Por encima de consideraciones que tengan que ver con el diseño de un plan de desarrollo comunal, nos parece que lo que debe prevalecer siempre es el sentido común, es decir, el aplicar un criterio de ecuanimidad y sensatez básicas sobre toda cuestión que de una u otra forma afecte nuestra vida en comunidad.
En este sentido, frente a un proyecto que por su envergadura involucra grandes cifras en inversión, es pertinente la exigencia de condiciones mínimas para el desarrollo del mismo.
El proyecto de San Alfonso del Mar, que -suponemos- alentado por su éxito comercial crece y se desparrama casi sin control, dado el muy feble nivel de exigencias impuesto por las autoridades demuestra una vez más su escaso interés por dialogar de buena manera con el resto de la comunidad.
Dejamos aquí testimonio gráfico de dos aspectos de este proyecto que consideramos dignos de denunciar:
1.- La precaria forma en que se ha resuelto el alojamiento y el traslado de obreros y empleados desde el punto de (suponemos) descanso y colación al punto de faenas (construcción de nueva torre). Maltrechas casuchas y viejos containers que contrastan poderosamente con el (pretendido) lujo de las obras a la venta, y el constante tránsito de trabajadores sin mayor control ni señalización en un espacio no habilitado, con el evidente peligro que ello conlleva.
2.- El grado de deterioro en el que se encuentra el paseo del "Humedal San Jerónimo" como consecuencia de la construcción de una nueva torre a escasos metros de éste.
1 comentario:
Buena iniciativa buena diagramación y buenos comentarios en el nuevo blog. Felicitaciones.
En lo de el meganegociado, espantable y siutiquísimo proyecto sanalfonsino mi comentario de hoy es que estos grandes inversores que copian a una miami del pasado de la que la Cultura viene de vuelta, se sientan en el tiempo deteniéndolo con sus repletas nalgas y bolsillos. Ni el futuro mediato de los pocos humedales que van quedando, ni
la estética, ni consideración alguna al desarrollo humano les importan. El emperador Cómodo se recuerda por su molicie; y el mentado conjunto ni siquiera es tan cómodo, es más bien un arribo rascueli al mundo que mira al puro norte norte del ejecutivo exitoso, del político mendaz, del economista chicago, del inversionista blanqueador, del arribista.
El próximo paso, cuando pase la moda y la alberca más grande de latino américa sólo cause molestia para llegar al mar, será abrir la exclusiva y vender la pomada de "Anda a pasear al san alfonso los domingos: igual que el mol sirve para comer por ojos buena vida. (Minas all right, praditos, roquitas de cartón, palmeras impostadas)
¡Gloria a los emprendedores que han convertido el mundo en un mercado!
Inexistente por verdad pues en los mercados había competencia y hoy hay acuerdo.
Entre los pocos que manejan el planeta por supuesto.
Para muestrario en Chile las farmacias, la clase política, falasbelas y sucus, moles y "prensa libre".
Los saluda
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