Los profesores de la comuna de El
Quisco adherimos al paro nacional que objeta el proyecto de ley que regula la
carrera docente enviado por el gobierno, pues
no contempla los aspectos centrales para abordar el problema de
mejora en la calidad de la educación, como tampoco la reivindicación ni mejora
de las condiciones laborales de los profesores, sino que se focaliza en
aspectos remunerativos asociados a resultados de evaluación y de certificación,
tanto para los actuales docentes como para los futuros egresados en carreras de
pedagogía.
Para nosotros, mejorar las condiciones profesionales
implica:
1.- Disminuir el número de
estudiantes por sala, pues la densidad de estudiantes atenta profundamente al
proceso de enseñanza-aprendizaje.
2.- Otorgar tiempo para organizar
trabajo pedagógico (periodo lectivo y no lectivo 50/50), pues la carga asociada
al quehacer pedagógico es exacerbada (preparación de material y evaluaciones,
planificaciones, corrección pruebas y trabajos, estudio asociado a la
preparación de clases) ya que todo esto es realizado fuera del horario de trabajo.
3.- Crear condiciones favorables para el
ejercicio de las jefaturas por curso, pues los trabajos asociados (velar por la
efectividad del proceso pedagógico, desarrollar dinámicas de orientación y
generar actitud de aprendizajes, fortalecer
proyecto vital, generar condiciones para una sana convivencia al
interior del grupo curso como hacia la institución, entrevistas con ellos y con
sus apoderados, reuniones de apoderados, atención de casos, etc).
Con respecto a las propuestas del gobierno en torno a las
remuneraciones, deducimos lo siguiente:
1.- La propuesta de carrera
docente del gobierno promueve (en la misma escuela) profesores divididos por
categorías o tramos diferenciados económicamente, resultado de dos sistemas de evaluación cada 4 años
(evaluación y certificación) que incidirá en las remuneraciones. No teniendo
claro qué se evaluará, con qué criterios y quiénes lo harán. Todo esto transformará a las escuelas en espacios
básicamente segregados, con un clima competitivo, individualizado y atomizado,
atentando contra la naturaleza de la escuela como un espacio de desarrollo
colectivo y comunitario. No rechazamos la evaluación -ya somos evaluados-, pero
esto no debe tener una relación con las remuneraciones, puesto que se vuelve punitivo y no aporta al desarrollo
real de competencias para la ejecución de clases de mayor calidad.
2.- Uno de los pocos incentivos que existen en
términos económicos son la asignación por Bienios (dinero asignado
porcentualmente por carga horaria y años de trayectoria), el que será reducido a
la mitad y se eliminarán los bonos de perfeccionamientos, lo que provocará una
merma en la motivación para la consecución de estudios y perfeccionamiento tan
necesarias para la actualización de conocimientos y didácticas pedagógicas.
3.- El proyecto no contempla una
forma de salvaguardar la estabilidad laboral, terminar con los profesores a
contrata, acceder a la titularidad, incentivar al retiro a los docentes en edad
de jubilar, la retribución a la deuda histórica, etc.
Finalmente, esta propuesta de ley
va en perjuicio de los nuevos docentes, quienes se verán aún más dañados
económicamente, trabajo, con 44 horas, $299.000.-, pues sólo se puede acceder a
la carrera docente después de un año de ejercicio, si y solo si, lograran
aprobar el primer proceso de certificación.
¿Puede ser esta estrategia una herramienta positiva para reivindicar la
valoración social del profesor en nuestra comunidad?
Los profesores de Chile y los
profesores de la comuna hoy nos movilizamos para hacer un llamado de atención
a nuestros gobernantes sobre el daño que esta propuesta de ley puede generar,
por ser contraria a la lógica básica de lo que implica un proceso de enseñanza-aprendizaje
significativo y de los aspectos fundamentales que la implican, para hacer de
ésta un proceso verdaderamente transformador, que aporte a nuestra
sociedad y a cada ciudadano que la
compone.
Docentes Comuna de El Quisco