miércoles, 12 de septiembre de 2018

Algo huele a podrido en El Tabo


Por Pablo Salinas

En este, nuestro litoral, pasan cosas raras. Pero una muy rara está pasando específicamente en la comuna de El Tabo. Ahí, como ojalá ya se hayan enterado, existe una faena de extracción de áridos, de arena silícea de alta calidad, que se realiza desde hace ya muchos años -más de diez- y que se hace en forma completamente ilegal. Sin permisos, sin someterse a lo que dicta la ley en materia de resguardo ambiental. Es una faena enorme, mucho más grande en extensión y volúmenes de material extraído que todas las otras extracciones ilegales juntas que, por desgracia, proliferan a lo largo de todo nuestro territorio. En El Tabo, esta mega faena que escarba día tras día en el corazón de una zona de dunas conocida como Gota de Leche –llamada justamente así porque desde lo alto se ve como una alargada, extensa y espléndida área alba, con una suave tonalidad dorada-, aparte de estar alterando peligrosamente ese gran contenedor natural de crecidas del mar y tsunamis, está además dañando un riquísimo ecosistema de flora y fauna nativa, amenazando incluso con la extinción una plantita que crece únicamente ahí y en ninguna otra parte ni de Chile ni del planeta, la hierba de Las Cruces (Astragalus trifoliatus). Tamaño privilegio. Y orgullo. Pero ahí, en vez de disponer de las medidas de protección acordes a su relevancia, le ponen en cambio camiones y máquinas para que con sus palas enormes devoren su hábitat, ese, el que eligió por sobre cualquier otro en el mundo para vivir. ¿No lo crees? Siento decírtelo que es así.