martes, 1 de julio de 2014

Andrea Santander: "El flúor envenena el agua que día a día consumimos"


En la primera entrega de la trilogía Matrix, vemos a su protagonista, Neo, en su afán por indagar más allá del velo de las apariencias, confrontado a un dilema crucial: elegir entre la pastilla roja, como una forma de confirmar su sed de conocimiento, o la pastilla azul, en caso de optar por la renuncia al duro y escabroso camino de la verdad. Extrapolando este episodio cinematográfico al caso de Andrea Santander, queda más que claro cual ha sido su elección, su elección de vida. Desde hace años Andrea investiga en forma absolutamente independiente temas álgidos de nuestra realidad planetaria -nuestra matrix-, en busca de sacar a la luz esas verdades muchas veces ocultas tras el entramado del sistema. Con seguridad su mayor exposición mediática la obtuvo -muy a su pesar- en 2010 cuando, como vocera del movimiento ciudadano "Detengan la Vacuna", dio la cara ante los medios nacionales para explicar las razones de interponer un recurso de protección contra el Ministerio de Salud por los peligros de la vacuna contra la gripe AH1N1. Sus declaraciones, siempre hechas sobre la base de una investigación acuciosa, muchas veces incomodan, generan controversias, incluso ataques. Esto, lejos de amedrentarla, a Andrea no le sorprende -"es parte del juego"- y le da fuerzas para seguir adelante. Radicada en Algarrobo, hace poco ha publicado "Marca Roja. Mentiras, Vacunas y Fármacos", su primer libro, y hoy quisimos conocer más detalles respecto a los interesantes temas en éste abordados.

Andrea, ¿qué te llevó a escribir este libro?

Creo que me hubiera encantado que si a mi, siendo ignorante, alguien me hubiera despertado contándome las cosas que se dicen en este libro. Este sistema está hecho para engañarnos, mantenernos engañados. Yo escribo habitualmente artículos para el periódico "El Guardián de la Salud". Muchas veces éstos deben ser relativamente breves, por razones de espacio; con este libro quise ofrecerle a la gente un desarrollo más completo de los temas que llevo años abordando y estudiando.

¿Qué buscas escribiendo tus artículos y ahora escribiendo este libro?

Que la gente despierte, que se haga responsable de sus propias vidas. Que entienda que uno crea las enfermedades, que uno mismo se puede sanar, sin necesidad de recurrir necesariamente a los medicamentos que ofrece la farmafia.

¿A qué te refieres con "farmafia"?

Las farmacéuticas son la farmafia: una especie de gran organización o cartel que reúne a todos los fabricantes de remedios de manera de asegurarse el control de todo el negocio mediante el dinero. Pagan a médicos, científicos, pagan las mentiras. Ellos financian las investigaciones, los seminarios, los estudios que se hacen para respaldar cada remedio, no existiendo organismos verdaderamente independientes que velen por la imparcialidad de dichas acciones.

En el libro también abordo otra de las grandes mentiras que nos afectan: el flúor que literalmente envenena el agua potable que consumimos. La idea de fluorar el agua potable nació durante la Segunda Guerra Mundial y la desarrolló el laboratorio alemán IG Farben, por petición del régimen nazi. Se aplicaba en los campos de concentración para mantener a los reclusos en un estado de letargo y adormecimiento. El flúor es una de las substancias anti-psicóticas más fuertes conocidas y está presente en al menos un 25% de los tranquilizantes más vendidos. Es falso que el flúor ayudaría a proteger los dientes. Por el contrario, el consumo de flúor provoca una progresiva desmineralización de los dientes. En la Octava Región, por ejemplo, la población debidamente informada se opuso a la fluoración del agua potable, logrando impedir que las autoridades aplican dicho plan en la zona.

¿Cómo se puede hacer para adquirir tu libro?

El libro lo he escrito aquí en Algarrobo y fue impresa artesanalmente una primera partida en El Tabo. Actualmente no quedan ejemplares impresos disponibles, pero sí una versión en PDF para descargar gratuitamente en mi blog www.detenganlavacuna.wordpress.com. Este libro no lo escribí con la intención de ganar plata, sino como una forma de ofrecer información sobre temas que habitualmente no son tratados por los medios de comunicación masivos y que resulta indispensable que la gente conozca.

Próximamente aparecerá una nueva edición de "Marca Roja". Quienes quieran desde ya reservar un ejemplar, pueden hacerlo escribiendo al e-mail libro.marca.roja@gmail.com

2 comentarios:

Patricio Gómez Bahamonde dijo...

Un gran acierto este reportaje con la entrevista a Andrea Santander.
Tal como ella lo plantea estamos en una sociedad mercantilizada a tal extremo que ya nos somos personas, somos clientes y consumidores, números anónimos que estamos para ser tratados como cosas, a veces desechables otras veces para explotarnos como si fuésemos aves ponedoras en jaulas.
En mi caso que padezco de una enfermedad crónica y de extremo cuidado, la que la medicina ha logrado investigar hasta el final y precisado porqué se produce, pero la ciencia médica se ha detenido ahí, pues según me han dicho los médicos especialistas que me atienden, el "negocio" de la salud es tener a los pacientes “vivos" con atenuantes y alternativas que controlan las enfermedades pero no las curan. Si fuese así, no tendrían "clientes" cautivos, esto es, pacientes como antes se llamaban.
Lo que sucede con la salud acontece con los seguros, en donde he sido tratado como "desechable", pues sigo vivo, soy un mal cliente que demanda medicamentos y hospitalizaciones. Unos quieren que viva y otros que me muera.
En fin, felicitaciones por esta entrevista y poner un tema que ojalá interese a los algarrobinos que están aún muy adormilados a excepción de la defensa de los hermanos pingüinos, en lo que al parecer no se ha logrado nada concreto.
En cuanto al agua que vende ESVAL es pésima y la más cara de Chile. Para colmo nos cobran un recargo altísimo por el tratamiento de las aguas servidas, proceso que no hacen, ya que todas las aguas servidas de Algarrobo son expulsadas al mar, frente al condominio San Alfonso en done hay una gran mancha café en forma permanente.
A simple vista el agua de ESVAL contiene materiales de importante tamaño que permanentemente me afectan a los sanitarios y calefón, Por ejemplo, basta usar una tetera nueva y al poco tiempo se llena de material que se adhiere y que ciertamente, cuando la tomamos sin hervir, pasa directamente a nuestro organismo.

Jorge Álvarez dijo...

La gran mayoría de las personas que vivimos en Algarrobo nos damos cuenta del mal sabor que tiene y por supuesto no es novedad ver cuando llegan los turistas que lo primero que hacen es comprar bidones de agua. Lo que me gustaría saber es si ella realizó algún estudio químico al agua de Algarrobo y cuáles fueron los resultados. Gracias.