Por Pablo Salinas
La historia de la Estación Costera de Investigaciones Marinas de Las Cruces (ECIM) es sin duda fantástica. Porque concentra los esfuerzos pioneros de chilenos abriéndose paso en un campo todavía hoy de insuficiente penetración y estímulo a nivel nacional, como el de la investigación científica. Si nos remontamos a inicios de los ochenta, momento de partida de la ECIM, el carácter visionario de la tarea emprendida por los biólogos Patricio Sánchez y Juan Carlos Castilla -Premio Nacional de Ciencias 2010- no hace más que acentuarse. En lo personal, que en nuestro litoral, en plena crucina Punta del Lacho, exista una de las pocas y más antiguas reservas marinas de Chile, junto a un centro de investigación universitaria de avanzada (PUC), el que hace poco sumó el único punto en Sudamérica concentrado al estudio de la energía mareomotriz, me parece algo extremadamente relevante. ¿Qué ha pasado en todos estos años con la ECIM, a la cual no pocos siguen viendo como un reducto algo hermético que entra en escaso diálogo con el resto de la comunidad local, e, incluso, de la cual muchos aun ignoran su existencia? A comienzos de año, la ECIM abrió sus puertas para acoger a los representantes de las agrupaciones vecinales que trabajan por la protección del amenazado campo dunar de Gota de Leche, en busca de convertirlo en Santuario de la Naturaleza. Una señal clara de que este importante centro de estudios está propiciando un muy positivo enriquecimiento al interior de sus lineamiento institucionales.
Para ahondar en estas y otras materias, conversé con María Dulce Subida, coordinadora de la Oficina de Vinculación y Desarrollo Comunitario de la ECIM.
-En más de tres décadas, desde su entrada en operaciones a
mediados de los ochenta, la ECIM había concentrado el foco de su quehacer
principalmente en actividades académicas y de investigación, sin establecer un
vínculo más estrecho con la comunidad local. ¿Qué ha hecho que en los últimos
meses esto se esté produciendo? ¿Se explica por un cambio en los criterios
institucionales, o se trata de algo más bien circunstancial?
En realidad, lo que observas se explica por algo
completamente distinto, ni por cambios de criterio institucionales, ni por
fuerza de las circunstancias, sino por el proceso evolutivo, o de crecimiento,
conducente a lo que podemos llamar madurez del sistema académico. En primer
lugar cabe explicar que el aumento del vínculo de la UC (ECIM incluido) con la
comunidad de Las Cruces, que se ha observado en los últimos meses, tiene
relación directa con la apertura, en agosto de 2019, de una Oficina Territorial
de Vinculación y Desarrollo Comunitario, en la misma ECIM. Esta oficina es una extensión
territorial de la Unidad de Vinculación y Desarrollo Comunitario (VDC), creada
en el 2018 por la Dirección de Desarrollo Patrimonial de la UC. Esto significa
que previo a 2018 las iniciativas de vinculación con la comunidad llevados a
cabo al interior de la UC no se hacían de forma coordinada a nivel
institucional, sino que dependían esencialmente de acciones puntuales de
determinados grupos de trabajo. La VDC se creó precisamente con el objetivo de
sistematizar y coordinar de forma integrada y bidireccional las iniciativas de
vinculación con la comunidad, generadas al interior de la UC o solicitadas por
las comunidades aledañas a espacios UC (facultades, centros de investigación,
campus, etc…). La inexistencia de un órgano UC responsable por la vinculación
con la comunidad no tiene que ver con falta de interés o desconsideración hacia
las necesidades de la comunidad por parte de la academia. Este hecho responde a
una tendencia bien generalizada en el mundo, en el que hasta hace muy poco
tiempo la vinculación de la academia con la sociedad se hacía sin una
intervención explicita de la propia sociedad (por ejemplo mediante la
generación de conocimiento por demanda de y/o con impacto en políticas públicas).
Es decir que ni la academia, ni la misma sociedad tenían la expectativa de que fueran
las universidades que de alguna manera respondieran a resolver las necesidades
de las comunidades o territorios donde estaban insertas.
-Eso a nivel mundial. ¿Y específicamente a nivel nacional?
En el caso particular de Chile, hay que tener bien
presente, además, que hasta hace unos 15-20 años atrás las universidades eran
esencialmente espacios de formación de profesionales e investigadores, y solo
en mucho menor medida, espacios de investigación. Fue la acumulación de
conocimiento lograda a medida que más y más personas se fueron formando en
universidades, que permitió a las universidades madurar en términos de
competencias más allá de la formación y docencia. Y esta fue la madurez
académica que abrió camino a las ya mencionadas acciones puntuales de
vinculación con el medio.
Aterrizando todo esto a la realidad y a la historia
de ECIM, observamos un proceso muy similar. En la ECIM, desde sus comienzos a
principios de los años 80, se realizaron varias iniciativas de enfoque
educacional dirigidas a la comunidad, pero poco articuladas con
problemáticas o necesidades locales. Estos esfuerzos esporádicos, muy
orientados a la educación ambiental marina, fueron intensificándose hasta
consolidarse en 2011, en el programa de divulgación científica y educación
marina Chile es Mar, ampliamente reconocido en todo el litoral de la provincia
de San Antonio, por su rol fundamental en la creación de conciencia, sobre todo
en la población más joven, respecto de la importancia del mar en nuestro
presente y en nuestro futuro. Se destaca igualmente la instalación en ECIM, en
el año 2015, de la Biblioteca Escolar Futuro, que rápidamente estableció convenios
de colaboración con las escuelas de la comuna y con la Municipalidad de El Tabo.
Pese a que ninguna de estas iniciativas ha tenido como foco la vinculación con
la comunidad, ambas vienen realizando un trabajo sistemático de apertura y
acercamiento de ECIM a la comunidad.
Entonces, no es que en ECIM no se hayan generado
oportunidades de estrechar los vínculos con la comunidad – es más, existe una
relación de años entre ECIM y la comunidad - sino más bien que estas
oportunidades se encontraban en gran medida desarticuladas de las problemáticas
del territorio. La mayor
parte de la investigación científica que se ha venido realizando en ECIM cae en
el ámbito de las ciencias ecológicas y la ecología es una ciencia muy joven en
el mundo y particularmente en Chile. En realidad, el Dr. Juan Carlos
Castilla, Premio Nacional de Ciencias 2010 y fundador de ECIM, fue un
investigador pionero de la ecología marina en Chile. Es decir, cuando se
instaló ECIM en Las Cruces a principios de los años 80, ahí se llevaban a cabo
investigaciones en un área de la ciencia desconocida para y poco considerada por
la sociedad en general. Esto significa que en ese momento, y por un período
importante de tiempo desde entonces, no solo no existía en ECIM una madurez
científica y los conocimientos y competencias acumulados necesarios para realizar
una vinculación bilateralmente efectiva con la comunidad, como tampoco existía
en la comunidad el interés por vincularse con un ámbito de la ciencia que
consideraban ajeno a sus problemáticas. Pero con el incremento de la relevancia
social de todo lo relacionado con la conservación de la biodiversidad y con el
cambio climático, el interés general por la ecología creció rápidamente.
Entonces a medida que fue pasando el tiempo tanto la comunidad, como la
universidad se fueron percatando del potencial de ECIM, en particular, y de la
UC en general, para impactar directamente en el territorio, y con beneficios
mutuos. Y de este proceso se genera la oficina territorial de vinculación y
desarrollo comunitario de Las Cruces, que viene trabajando un programa de
vinculación estructurado en conjunto con la comunidad, y articulado tanto con
las necesidades de esta ultima como con las necesidades docentes y de
investigación de la Universidad Católica. Y finalizo con la observación de que,
sería impensable hace unos pocos años atrás, que alguien con un doctorado
pudiera estar coordinando una oficina de vinculación con la comunidad, como
ocurre actualmente en Las Cruces.
El entonces ministro Pacheco y el rector de la UC inaugurando el Centro de Investigación e Innovación en Energía Marina, en julio del 2019
-Nuestra provincia, pese a su cercanía con Santiago y su
importancia en términos económicos y sociales para el país, en el campo
académico y de formación no cuenta con centros de estudios superiores.
Actualmente, la tendencia mundial apunta a forjar lazos cada vez más sólidos y
horizontales entre la comunidad científica y la ciudadanía, de manera que ese
diálogo permita acceder a dinámicas mucho más eficientes de desarrollo, para
ambas partes. Considerando que la ECIM es el único punto de investigación
científica universitaria activo a nivel provincial, ¿podría esperarse que
liderara desde ahora los esfuerzos para intentar revertir esta tan poco
estimulante realidad existente hoy a nivel territorial?
Por
supuesto que si. Hay dos evidencias muy concretas, que desde la comunidad
respaldan mi afirmación. En primer lugar, la buena acogida local que han tenido
las actividades articuladas por la oficina de vinculación comunitaria de Las
Cruces. Tanto las actividades presenciales realizadas hasta el 30 de enero de
2020, como las actividades adaptadas a la situación de confinamiento causada
por la pandemia, han sido muy bien recibidas por todas las esferas de la
comunidad, incluida la misma Municipalidad de El Tabo. En segundo lugar, es
destacable que en uno de los talleres de Desarrollo Sustentable llevados a cabo
con la comunidad crucina, la misma comunidad haya identificado a la ECIM como
un elemento patrimonial prioritario para el desarrollo sustentable de Las
Cruces. En particular, la comunidad considera que ECIM presenta en el
territorio un potencial único para generar
conocimiento que puede impactar directamente en la conservación del patrimonio
de Las Cruces, y que por ser un actor imparcial y validado por la comunidad
puede además actuar como agente articulador en planes de desarrollo local, incluidos
procesos de gobernanza.
Pero
desde la academia también existen evidencias concretas que me permiten decir,
con mucha seguridad, que ECIM asumirá en el mediano plazo un papel de gran
importancia en vincular el quehacer académico del país con el desarrollo sustentable
de la provincia de San Antonio. Hay tres
aspectos realmente novedosos en el enfoque actual de la vinculación con el
medio en las universidades, y que se han incorporado de base en los trabajos de
la unidad de Vinculación y desarrollo Comunitario de la UC: el principio de la
bidireccionalidad, el principio del abordaje de problemáticas sociales, y la
interacción entre ambos. El primero aborda la interacción entre la universidad
y la sociedad desde una perspectiva de colaboración y aprendizaje mutuos. El
objetivo de esta bidireccionalidad es que la universidad comparta sus
conocimientos y su experiencia en la realización conjunta de proyectos que
sirvan por un lado al desarrollo de las comunidades, partiendo de una idea
compartida acerca de ese desarrollo, y por otro lado sirvan a la propia
universidad como espacio para formar a estudiantes o realizar investigaciones. Debe
ser un proceso en el que todos ganan. El segundo punto novedoso es precisamente
el de un trabajo de vinculación desde las problemáticas y necesidades de la sociedad
como un todo, es decir, incluyendo igualmente aquellos problemas más
relacionados con las propias universidades. Este abordaje implica que la
universidad salga a terreno a ver y escuchar a las comunidades, y que las
comunidades entren a la universidad a conocer en primera persona el
funcionamiento académico. Esto permite la creación de una dinámica de
colaboración basada en una comunicación fluida (es decir, comprensible por
ambas partes) y con expectativas más ajustadas a las capacidades de cada parte.
Sin embargo, es fundamental que la interacción entre la bidireccionalidad de la
vinculación y la identificación de problemáticas sociales sea totalmente
horizontal. Solo de esa forma se podrá abandonar la idea de que la universidad
debe tener la actitud paternalista de entregar soluciones a los problemas de la
sociedad. Las universidades solo podrán contribuir a un verdadero desarrollo de
las comunidades y territorios si la identificación de problemáticas sociales y
la búsqueda de posibles soluciones resultar de un esfuerzo conjunto entre las
universidades y la sociedad.
Estoy convencida de que la correcta aplicación de
estos dos principios en los ejercicios de vinculación con la comunidad
realizados desde la ECIM, permitirá que en el mediano plazo las actividades que
se centran ahora en la localidad de Las Cruces y la comuna de El Tabo, se
puedan proyectar a todo el litoral de la provincia. La Unidad de Vinculación y
Desarrollo Comunitario se dispone a ser la plataforma mediante la cual los
distintos estamentos y unidades de la Universidad Católica puedan compartir sus
conocimientos y sus experiencias con la comunidad, y que favorezca una
participación ciudadana efectiva en el desarrollo sustentable de los
territorios. Nuestra labor partirá siempre de una invitación abierta a todos
los estudiantes, investigadores y académicos de la UC, a trabajar en el
territorio de manera a adquirir los conocimientos necesarios para que cada uno,
desde sus propias disciplinas y competencias, pueda generar impactos que se
traduzcan en una mejora integral de nuestra sociedad. Pienso además, que esta
labor de vinculación puede llegar más allá de las “fronteras” de la UC,
incorporando a este diálogo otras universidades, cuando sea necesario abordar
con la comunidad aspectos que no figuren entre las disciplinas y competencias
de la UC.
-Un grupo de vecinos de Las Cruces viene trabajando hace ya
varios meses en la protección del campo dunar "Gota de Leche", zona
de gran valor ecosistémico y hoy seriamente amenazada. En rigor, la comunidad
apunta a lograr la declaratoria como Santuario de la Naturaleza de ese sector.
Este verano, la ECIM fue sede de una instancia donde los vecinos pudieron
avanzar en el desarrollo de estrategias para el éxito de esta importante
gestión. ¿Qué rol específicamente juega o le interesa jugar a la ECIM en esto?
Efectivamente,
durante el taller de Desarrollo Sustentable “Visión Común” organizado por la
Unidad de Vinculación y Desarrollo Comunitario, la comunidad crucina propuso
estrategias de desarrollo concretas para varios elementos patrimoniales
identificados como prioritarios por la propia comunidad. Para las dunas de la
Gota de Leche, los participantes propusieron la creación de una instancia
conformada por representantes de sectores académicos, municipales, sociedad
civil y otros actores interesados, orientada a plantear líneas de trabajo para
el desarrollo de este sector, que sean transversales a toda la comunidad. Muy
en la línea de lo mencionado en la respuesta a la pregunta anterior, la
comunidad crucina visualiza a ECIM como un posible articulador y mediador de esta
instancia, por su potencial para sumar, de forma imparcial, evidencias
científicas en la materia.
Actualmente
ECIM no juega institucionalmente ningún rol específico en el proceso de
solicitud de la figura de protección de Santuario de la Naturaleza para este
sector, pese a que varios de los vecinos involucrados actualmente en este
proceso tienen o han tenido vínculos laborales con la ECIM. La oficina de
vinculación y desarrollo comunitario de ECIM ha mantenido un contacto estrecho
con el trabajo de estos vecinos. Estamos bien atentos a las necesidades que van
surgiendo en el proceso, de manera a poder potenciar colaboraciones con
investigadores o grupos de trabajo UC que, como he mencionado,
puedan resultar en beneficios mutuos. Es esperable, tanto por cercanía en el
territorio, como por cercanía en ámbitos de trabajo, que se generen
colaboraciones estratégicas con investigadores de la ECIM. De hecho, y sin
intervención de nuestra oficina, existe ya un académico UC e investigador de
ECIM colaborando con esta iniciativa comunitaria. El Dr. Alejandro Pérez-Matus
aporta con resultados de sus investigaciones sobre el ecosistema submareal
costero a la línea base requerida en la solicitud de Santuario.
En
conclusión, yo diría que el aporte de la UC, y de ECIM en particular, al proceso
de proteger el sector de las dunas de la Gota de Leche está en fase de
definición. Me atrevo a añadir que este aporte será muy dinámico, y alineado
con las necesidades que vayan surgiendo durante las distintas etapas del
proceso. Lo que sí está claro, es que todos los vínculos que se realicen se
llevarán a cabo de acuerdo a los dos principios de vinculación que mencioné
antes: bidireccionalidad y en base a problemáticas identificadas con y para la
comunidad.
1 comentario:
Excelente reportaje, que bueno que se acerque la comunidad cientica a los habitantes de la zona, ya que con informacion y educando a la comunidad, habra claramente una mejor proteccion al medio ambiente.
Felitaciones
Juan Carlos Nuñez
Publicar un comentario