El escritor Cristóbal Gaete será el invitado en la tercera jornada del ciclo "Literatura y Territorio" que se viene desarrollando desde abril pasado en Algarrobo. Nacido en 1983, Gaete es figura destacada en la generación de jóvenes autores nacionales. Con 7 títulos publicados, en 2015 obtiene el Premio Municipal de Santiago con su novela Motel ciudad negra, la que, según la crítica, "con gran originalidad da a conocer el lado desconocido de Valparaíso." Titulado de periodista en la UPLA, mantiene además una activa labor como tallerista, investigador y colaborador en distintos medios de prensa regionales. Como una forma de preparar su visita de la próxima semana, conversamos brevemente con él.
Cristóbal, ¿cómo nace en ti la vocación por las letras, qué te empuja a dedicarte a escribir, a elegir el oficio de escritor como tu labor de vida?
Recuerdo haber leído Los subterráneos de Jack Kerouac y que era protagonizada por un escritor de treinta y tantos años que era miserable, sensible y libre, y sentí una inmediata identificación. Sé que no soy ese personaje, pero ahora que ya llegué a la edad de él creo que algo de eso hay todavía en mí; no he sido del todo corrompido. Pensé: por qué ser funcional al sistema si puedo ser libre; la escritura es una forma de apagar a los demás, de concentrarse en tiempos extraños para ello, de suspender el tiempo y las expectativas sobre uno mismo y de buscar enseñanzas adentro.
¿De qué manera te interpela el generar una obra literaria desde lo
territorial? ¿Como un simple eje temático, como una manera de rastrear las
propias señas de identidad?
Mi interés está en una literatura
vitalista, que dé cuenta de un tiempo y un lugar. Creo que la escritura es un
documento subutilizado para las ciencias sociales; entonces establezco una
especie de deriva territorial que
permita disentir acerca de los discursos oficiales que se entronizan en nuestro
entorno. No podría escribir de un lugar que no conociera. Como sujeto mi posición
es crítica; entonces encontré esta dirección hacia mi escritura, estetizar para
mostrar lo que no se quiere ver.
¿Cuál es más o menos tu régimen
de trabajo? ¿Estrictamente regular o más bien fluctuante?
Mi trabajo es la escritura, que se
debe ver complementada por otros, generalmente. Escribo de todo porque lo
necesito (no me mantiene mi mamá, no tengo señora que lo haga, no estoy loco, no
vivo solo, no quiero ser pobre, tengo una hija) y leo por y para ello. Es
cotidiano. Cuando no está la presión son períodos breves de concentración y
abstinencia. Creo que cada uno tiene un ritmo y que estas preguntas solo
evidencian las diferencias; en la escritura como fuente laboral hallo el
espacio para lo que sí disfruto, que es leer. A mí me gusta pensar que le estoy
pegando al saco de la realidad para que caiga la moneda y el tiempo, al que hay
que sacarle la mierda cuando se da.
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