La muerte de un niño de 14 años en San Alfonso del Mar puso en la mira de
la autoridad el resort con la ex laguna artificial más grande del mundo, el
mismo que convirtió a Fernando Fischman en un gestor de proyectos turísticos de
nivel mundial. La investigación de CIPER descubrió que desde que en 1992, al
comprar en Algarrobo 84 hectáreas de uso agrícola en poco más de $100 millones,
a las que debió cambiar a terreno urbano para construir las 11 torres de su
primer proyecto, las denuncias e irregularidades se han sumado. Problemas de
contaminación y en sus construcciones enturbian las lagunas cristalinas y los
otros dos mega preproyectos -Laguna Vista y Laguna Bahía- que el empresario
levanta en la misma zona.
Pasadas las 20:30 del domingo 13 de enero de 2013, la madre de Cristóbal se angustió. Minutos después, ya era desesperación. Uno de los conserjes lo vio. Algo oscuro flotaba en una de las piscinas cristalinas que están pegadas a la gran laguna artificial de agua salada que hasta hace poco era la piscina más grande del mundo. Se acercaron. Cristóbal estaba bajo el agua con su brazo atascado en el filtro. Los gritos de la madre se volvieron desgarradores.
Algunos cocineros de uno de los tres restaurantes del condominio dejaron sus puestos de trabajo para ver qué sucedía. Se produjo una aglomeraba alrededor de la piscina mientras más de una decena de personas se metía al agua para intentar sacarlo. Además de los cocineros y conserjes había guardias de seguridad y turistas. ¿Salvavidas? Ninguno. Tampoco alguien que supiera cómo detener el filtro. Por eso no podían sacarlo. La succión era demasiado fuerte. “Más que en cualquier otra piscina”, diría a CIPER uno de los hombres que se tiró al agua. La madre seguía gritando, sin consuelo. Sobre todo cuando alguien en la desesperación propuso cortarle a Cristóbal el brazo para poder sacarlo.
Entonces a alguien se le ocurrió tomar una bolla, cortar la cuerda y amarrarla a la cintura del joven. Dicen que fue uno de los cocineros. Lo hicieron. Se requirió de la fuerza de 10 personas tirando de la cuerda para poder destrabarle el brazo del filtro de la piscina. Así fue que lograron que saliera a flote. Pero nadie de los que estaban allí sabía algo de primeros auxilios. La mujer pedía a gritos que le trajeran oxígeno a su hijo. No había en ninguna parte. Después llegaría una ambulancia, además de personal de Carabineros y Bomberos. Pero ya era tarde. Cuando sacaron a Cristóbal Venegas del agua, ya había fallecido.
LA MUERTE QUE TERMINÓ DE ENTURBIAR LAS LAGUNAS DE CRISTAL
La mayoría de los medios de comunicación llevaron en sus ediciones del día siguiente la noticia de la muerte de Cristóbal. Ese mismo lunes 14 de enero, un equipo de la Policía de Investigaciones (PDI) llegó por orden de la Fiscalía de San Antonio a investigar qué había sucedido. Sus primeros peritajes arrojaron que el filtro que se comió el brazo del joven no tenía la rejilla de seguridad que le exige la normativa. Según varios vecinos consultados por los policías, llevaba días fuera de su lugar. Los detectives la encontraron a dos metros de donde debía estar puesta y funcionando.
La administración de San Alfonso del Mar emitió durante esa misma tarde un comunicado donde se desliga de cualquier responsabilidad en el accidente. El documento dice que el chico jamás debió estar en la piscina porque la señalética del condominio indica que sólo puede ser utilizada entre las 9:00 y las 19:00, cuando hay servicio de salvavidas. Que incluso un guardia le dijo que no podía meterse a bucear y que aún así lo hizo. También que la piscina donde Cristóbal murió ahogado no es de su dependencia, sino “una piscina privada independiente perteneciente a la comunidad de coproprietarios del Edificio Timonel”, uno de los 11 que componen el complejo inmobiliario. Que es una piscina normal, porque a diferencia de la enorme laguna artificial que ha hecho a San Alfonso del Mar y su creador,Fernando Fischman, famosos a nivel mundial, “no utiliza la tecnología Crystal Lagoons”.
Cristóbal murió sólo unos días antes de que CIPER terminara una investigación de meses sobre las graves irregularidades que pesan sobre los proyectos de Fischman y sus empresas en la comuna de Algarrobo. Uno de los datos que esa investigación revelaría era lo que el seremi de Salud de Valparaíso, Jaime Jamett, dijo en una entrevista la mañana siguiente al accidente: “Hay que destacar que nueve de estas piscinas están con sumarios sanitarios debido a que no cumplen rigurosamente lo establecido en el decreto supremo 209 del año 2002, que establece condiciones específicas de higiene y seguridad de las piscinas en condominios”.
Pero los problemas que enfrenta Fischman son mucho más profundos que lo indicado por el seremi. Tanto que ponen en duda la legalidad de la construcción de San Alfonso del Mar desde sus inicios. Porque jamás cumplió con los acuerdos a los que se comprometió con la Municipalidad de Algarrobo para obtener los permisos para construir el enorme resort en un terreno que, cuando lo compró, era de uso agrícola. Y si ese espacio dejó de ser agrícola, fue porque él mismo se certificó la factibilidad de instalar redes de agua potable y alcantarillado a través de una empresa sanitaria de papel (Empresa de Agua Potable Algarrobo S.A.).
A eso se suma que nunca haya sometido sus
proyectos al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), que sus enormes
lagunas no tengan permiso de construcción o que haya hecho un negocio de más de
$4.460 millones con departamentos construidos ilegalmente en San Alfonso del
Mar. Las anomalías que CIPER detectó no sólo involucran a las empresas de
Fischman, sino que también salpican a autoridades de la municipalidad de
Algarrobo y la Quinta Región. Algunas de ellas están siendo investigadas por la
Contraloría y el Ministerio Público.
La
investigación comenzó cuando CIPER se reunió con Luis Lagos, un hombre que vive
en una pequeña casa que colinda con el segundo gran proyecto de Fischman en
Algarrobo: el condominioLaguna Vista, que cuenta con
alrededor de 1.200 departamentos. Él alegaba que el agua de la enorme laguna
artificial de ese complejo se había filtrado a las napas subterráneas, contaminando
el agua de su pozo y los de sus vecinos. Investigamos su denuncia y comprobamos
que no se trataba sólo de unos litros de agua derramada. A las irregularidades
ya mencionadas, se suman otras que podrían significar la anulación de las
patentes de invención que han consolidado a Fernando Fischman como un
reconocido emprendedor a nivel mundial, su capital más preciado. La muerte de
Cristóbal Venegas es sólo la última de las manchas que enturbian las lagunas de
agua cristalina más grandes del planeta.
EL HOMBRE DE LAS NORIAS
Luis Lagos creía saberlo todo sobre pozos
y norias. Desde hace más de 30 años se dedica a buscar napas subterráneas y
hacer los hoyos para obtener agua potable en zonas rurales. Junto a su socio ha
recorrido toda la Quinta Región por su oficio, y sólo en Algarrobo, cuentan con
más de 30 pozos a su haber. Aunque en los últimos años su trabajo ya no es tan
demandado, aún se encargan de la mantención de varios de los que han excavado.
Los llaman para profundizar la napa o para mantenerlos limpios. Incluso en su
casa Luis tiene un pozo que abastecía a su familia de agua pura. Y fue
precisamente ese, el suyo, el que puso en jaque todos sus conocimientos sobre
la materia. Lo que vio aquella mañana de diciembre del 2008, nunca antes lo había
visto: a aproximadamente 800 metros del mar y en medio de un cerro, su pozo se
desbordaba no con agua dulce, sino con agua salada.
La piscina a la
que se refiere Lagos es enorme: una laguna artificial que pertenece a la
empresa Crystal Lagoon S.A. y que fue construida en el condominio Laguna Vista, un enorme proyecto
inmobiliario ubicado en el sector Aguas Marinas, en la parte alta de Algarrobo.
Es una de las cinco que se han construido en el país con la tecnología
desarrollada por el bioquímico y empresario chileno Fernando Fischman: un
sistemainscrito y
reconocido mundialmente bajo la denominación Crystal
Lagoons.
Su primera
experiencia fue en la misma comuna, con San Alfonso del Mar. Y fue todo un
éxito. El proyecto le significó a Fischman no sólo consolidarse como el gestor
de uno de los resorts más grandes del país, sino también el ingreso en 2007 al Libro de
los Récord Guinness por haber construido la piscina más grande del mundo: 1.013 metros de largo, 8 hectáreas de superficie y un volumen de 250.000
m³ de agua de mar. El sistema para mantener cuerpos de agua que desarrolló
Fischman en Chile hoy se encuentra patentado en 160 países y su empresa cuenta
con 200 proyectos
en diferentes etapas de desarrollo en 50 de ellos. En Egipto acaba de inaugurar una piscina
que superó su propio récord: 12 hectáreas,
además de 10 lagunas gigantes que en total, al culminar el proyecto, sumarán
100 hectáreas de agua en medio del desierto.
La piscina de Laguna Vista, con una
superficie aproximada de 6.000 m², es considerablemente más pequeña. Está justo
a media cuadra de la casa de Luis Lagos, un artesano que incursionó en el
oficio de los pozos cuando a los 19 años se juntó con “el Chico Melo”, un amigo
al que su tío le enseñó a buscar napas de agua con varillas, para hacer un pozo
en la parcela donde Luis trabajaba. Desde entonces han pasado más de tres
décadas y en todo ese tiempo nunca vio que un pozo de agua dulce se contaminara
con agua salada. Hasta que le ocurrió a su pozo y los de sus vecinos a fines de
2008.
-Fui a reclamar y vinieron dos personas de
la constructora EBCO a ver mi pozo. Ellos confirmaron que efectivamente era
agua de la piscina que estaba filtrando por algún lado. Dijeron que
investigarían cómo y por qué había pasado. Les dije que si bien yo estaba
conectado a la red de agua potable, al igual que la mayoría de los vecinos del
sector, siempre habíamos bebido agua del pozo, ya que el agua que provee ESVAL
aquí es muy cara. Sacaron muestras del agua y se las llevaron. Después
volvieron y vaciaron el pozo por completo para rellenarlo con agua dulce y
potable. Pero ya el agua no era la misma y nunca más volvió a serlo. Los pozos
en esta zona murieron –dice Luis.
Según la
normativa vigente, el agua
potable no puede superar los 400 milígramos de cloruros por litro. ESVAL
analizó las aguas subterráneas próximas a Laguna Vista en enero de 2009 y
detectó niveles de
cloruro que superaban hasta 27 veces lo permitido. Era la prueba de que la contaminación provenía de aguas tratadas, como
las de la laguna artificial del condominio. Algunos trabajadores dijeron a
CIPER que la piscina se había roto en tres partes. La versión oficial de EBCO, la empresa constructora encargada de Laguna Vista y de varios de los
proyectos de los Fischman en Chile, fue que la tubería que llevaba el agua
desde el mar se dañó justo donde se une con la piscina.
A Luis y los
demás vecinos afectados, EBCO les ofreció en mayo de 2009 una indemnización de
$200 mil por daños. A cambio, los hicieron firmar un documento
con varios compromisos. Por su parte,
la empresa reconocía “la rotura de una de las tuberías transportadoras de agua
de mar” y se comprometía a revisar el estado de los pozos una vez por semana y
a pagarles las cuentas del agua hasta que el problema se solucionara por
completo. Pero los vecinos dicen que no fue así. Alegan que hubo veces en que
los representantes de la empresa fueron a Carabineros y dejaron constancia de
que habían llegado a las casas y que no les permitieron entrar, aunque ni
siquiera se habían aparecido por sus domicilios. Según Luis, lo hacían para
cubrirse en caso de que los vecinos decidieran presentar alguna demanda,
diciendo que no les dejaban reparar el daño. EBCO asegura que efectivamente, en
muchas oportunidades, los vecinos les negaron el ingreso a sus propiedades.
Otro de los compromisos incluidos en el
documento decía que los vecinos no podrían acudir a la prensa ni dar
entrevistas sobre el tema. Todos ellos lo firmaron. Pero ante el incumplimiento
de los compromisos por parte de la empresa, los vecinos se sintieron liberados.
“Después de más de 40 años bebiendo agua de mi pozo, tuve que dejar de hacerlo.
El problema jamás se solucionó”, cuenta Luis.
Desde entonces, se desató la guerra que ha
ido en escalada y que hoy tiene enfrentados a vecinos de las casas colindantes
al condominio Laguna Vista con las empresas relacionadas a los proyectos de
Fernando Fischman. Un conflicto que está entrando en una etapa clave, con la
balanza inclinada en contra del empresario. Porque las irregularidades que
CIPER detectó datan de los ’90, cuando recién se empezaba a gestar San Alfonso
del Mar, el proyecto que Fischman convirtió en la primera piedra de un
millonario negocio que hoy expande por el mundo.
A comienzos de
los ‘90, donde hoy se encuentra San Alfonso del Mar, en Algarrobo norte, no
había más que un terreno abandonado entre dos humedales junto al mar. Gran
parte de ese espacio era un basural. Nadie imaginaba entonces que allí se
alzaría uno de los proyectos inmobiliarios y turísticos más ambiciosos del
país. Nadie, excepto los hermanos Fernando y Myriam Fischman Torres.
El 3 de abril
de 1992, los hermanos Fischman adquirieron por medio de Inmobiliaria El Plomo Ltda.un terreno de 84 hectáreas que hasta ese momento estaba inutilizado. Lo
compraron en un remate al contado por apenas $101.846.760, unas 12.040 UF de la
época. Como según el Plan Regulador de la comuna correspondía a un terreno de
uso agrícola, no se podía urbanizar. Si querían construir ahí, tenían que
conseguir primero que se modificara el Plan y así cambiar el uso del suelo.
El siguiente paso
de los Fischman fue presentar al Gobierno Regional y al municipio de Algarrobo
su Plan
Seccional Costa Dorada, un documento
de 48 páginas mediante el cual Inmobiliaria el Plomo solicitaba la autorización
para urbanizar el terreno adquirido. En el texto, los hermanos Fischman
argumentaron que su proyecto definiría nuevas áreas para satisfacer la
creciente demanda de infraestructura turística en la comuna; aportaría nuevas
áreas de equipamiento comunal; incorporaría terrenos agrícolas sin uso a la
zona urbana de Algarrobo; y evitarían la subdivisión del terreno en lotes de
5.000 m². Además indicaron que incrementarían la infraestructura para deportes
náuticos, incorporarían al área urbana un sector de gran belleza natural hasta
el momento desaprovechado, habilitarían nuevas áreas de playa y consolidarían
un sector de la comuna que para entonces servía sólo como un botadero de basura
no controlado.
Después de dos
años, una excelente asesoría judicial e innumerables reuniones con los
diferentes estamentos del Gobierno Regional y municipal, la sociedad
inmobiliaria logró la aprobación
del seccional y así cambiar el uso de suelo de
agrícola a urbano. Eso ocurrió el 10 de octubre de 1994. La espera bien le
valió la pena a los hermanos Fischman: año y medio después, el 2 de febrero de
1996, su inmobiliaria vendió cinco parcelas del terreno (el 3,6% de las 84
hectáreas iniciales) por $1.126.745.557, más de diez veces el valor que habían
pagado en 1992 por todo el paño. En ese espacio hoy se levanta el condominio
Altos de San Alfonso, cuyos propietarios se han enfrentado judicialmente con
los dueños de San Alfonso del Mar.Desde que Fischman compró el terreno en 1992,
pasando por el uso de cambio de suelo hasta la construcción de sus resort, se
han ido acumulando denuncias e irregularidades que a 20 años de que comenzara a gestarse el proyecto, cuestionan su legalidad. Para el
constructor civil y vecino de Algarrobo Alexander Klein, proyectos como San
Alfonso del Mar y Laguna Vista son “islas de lujo: puertas para adentro son una
maravilla, pero hacia afuera la historia es otra”. Klein asegura que el
Seccional Costa Dorada nunca debió aprobarse: “Uno de los puntos iniciales y
más importantes para solicitar la construcción de cualquier urbanización fuera
del área urbana es la factibilidad de agua potable y alcantarillado. Y ésta se
la concedió una empresa de papel que ellos mismos crearon”.
La empresa a la
que Klein se refiere es Empresa de Agua Potable Algarrobo S.A., sociedad que los hermanos Fischman Torres constituyeron con un capital de
$10 millones el 16 de octubre de 1992, sólo seis meses después de haber
adquirido el terreno de uso agrícola. El informe que
certifica la factibilidad de proveer al proyecto San Alfonso del Mar de una red
de agua potable y alcantarillado fue emitido por esta empresa y anexado al Seccional Costa Dorada.
Según la Ordenanza
General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), “todo proyecto relacionado con la construcción, reparación,
modificación y ampliación de cualquier obra pública o particular, destinada a
la provisión o purificación de agua potable para el consumo humano, quedará
sometido a lo dispuesto en el Código Sanitario y sus reglamentos”. Klein solicitó el
pasado 3 de septiembre a la Superintendencia de Servicios
Sanitarios (SISS) qué registros y qué información tenían de la empresa sanitaria de los
Fischman. El mail que
recibió casi un mes después dice que la sociedad “no se registra como concesionaria de servicios
públicos sanitarios de agua potable y alcantarillado”. En otras palabras, que
en esa repartición no existe ningún registro de la empresa.
-¿Cómo es posible entonces que ellos hayan
dado la factibilidad de agua potable y alcantarillado en 1994 para el Seccional
Costa Dorada? –se pregunta Klein.
CIPER consultó
a Inmobiliaria El Plomo sobre ese punto, y la respuesta fue que justo cuando
habían terminado el seccional, ESVAL apareció en la zona para habilitar su
propia red de agua potable y alcantarillado, como lo establece un decreto
del Ministerio de Obras Públicas fechado el 13 de febrero de 1998 que extiende su zona de concesión al
proyecto San Alfonso del Mar. Por eso, en vez de continuar con su propia
empresa sanitaria, decidieron conectarse a la red de ESVAL.
La Empresa de
Agua Potable Algarrobo, que tiene derechos de agua superficiales, sigue
existiendo: mantiene un contrato
con la administración de Laguna Vista, el segundo resort de las empresas de Fischman, mediante el cual le
arrienda el aprovechamiento de aguas para el riego de sus áreas verdes. De
acuerdo a la información disponible en el Servicio de Impuestos Internos (SII),
2010 fue el último año que Agua Potable Algarrobo timbró documentos de
“contabilidad en hojas sueltas”.
“LA GALLINITA DE LOS HUEVOS DE ORO”
Cuando Jorge
Pizarro (DC) asumió su primer período como alcalde de Algarrobo en 1996, la
modificación que autorizaba a los Fischman para urbanizar su extenso terreno
estaba concedida. El Gobierno Regional ya había incorporado ese terreno al mapa
urbano de la comuna y el proyecto San Alfonso del Mar ya estaba contemplado en
los planes. En todo caso, recién se hizo oficial el 5 de agosto de 1998, cuando
el Concejo Municipal
de Algarrobo aprobó un nuevo Plan Regulador, el mismo que sigue vigente en la actualidad.
Además de incorporar definitivamente el
Seccional Costa Dorada, la norma incluye otras importantes modificaciones que
tenían relación con el proyecto inmobiliario de los Fischman.
Hasta antes de que se aprobara el Plan,
las siete quebradas naturales que cruzan Algarrobo de norte a sur estaban
protegidas por ser áreas verdes. Entre ellas estaban las dos que funcionan como
límites de la comuna: la quebrada Las Petras, por el sur; y la quebrada del
Estero Casa Blanca, por el norte. Según Pizarro, eran zonas “intocables”. Pero
las autoridades municipales pasaron por encima de ese estatus para favorecer la
accesibilidad de San Alfonso del Mar.
-La idea era permitir un acceso más
directo a la carretera F-90 que une Algarrobo con Casablanca –dice Pizarro–,
sin tener que pasar por los dos accesos que tiene la comuna actualmente. Esto
debido a la complejidad de trasladarse de norte a sur, porque tenemos una pura
calle. Así quedó establecido en el Plan Regulador de 1998. No es casualidad
entonces que en la quebrada de La Finca se haya permitido una intervención por
un crecimiento urbano dentro de la misma. Las otras siguen siendo áreas verdes.
Así, la quebrada de La Finca, ubicada
entre San Alfonso del Mar y Laguna Vista, pudo ser intervenida. Se le cambió el
uso del suelo y se marcó una franja vial en compensación para entregar al
condominio de los Fischman un grado de salida más efectivo sin comprometer el
casco antiguo de la comuna. El objetivo era evitar que, cuando el proyecto
estuviera terminado, no tuviera un impacto tan fuerte en el tráfico, como
terminó ocurriendo.
La modificación, asegura Pizarro, fue uno
de los compromisos que asumió el municipio para ayudar a que el proyecto
saliera adelante sin contrapesos, ya que significaba un considerable aumento en
el nivel de inversión en la comuna. Pero el mismo Pizarro cuenta que los
Fischman no cumplieron su parte del acuerdo, sobre todo en lo que tiene
relación con los compromisos de mitigación vial.
Actualmente, San Alfonso del Mar genera un
tremendo impacto en la calidad de vida de toda la comuna: su puesta en marcha
ha significado un aumento explosivo en el flujo de visitantes. Como nunca se
implementó el nuevo acceso contemplado en el Plan Regulador, todas las personas
que van al enorme condominio de 1.800 departamentos siguen usando el camino por
el casco antiguo de Algarrobo. Como las vías de acceso son las mismas que hace
50 años, el impacto vial ha resultado en un colapso total de las vías en
temporada alta. Así lo vivieron quienes estaban en la zona el 27 de febrero de
2010, cuando debieron escapar hacia la parte alta después del terremoto.
-Hace unos seis o siete meses, cuando se
iba a entregar el último edificio del segundo proyecto (Laguna Vista), intenté
hablar con Fernando Fischman, pero no tuve respuesta –cuenta el ahora ex
alcalde Pizarro–. No se apersonó nunca en el municipio para poner la cara. Él
adquirió compromisos con la comuna para poder otorgar un crecimiento vial
adecuado. Una vez le dije que tenía que cumplir esos compromisos para no matar
la gallinita de los huevos de oro, porque se iba a deteriorar la calidad de
vida y todo se iba a echar a perder. Fischman me dijo en una ocasión: “Déjame
crecer y yo me comprometo a hacer todo lo que nos comprometimos”.
Fischman desmintió a CIPER haber suscrito
ese compromiso con Pizarro.
Pizarro reitera su acusación y va más
allá: reconoció que, si existen irregularidades en la construcción de San
Alfonso del Mar, gran parte de la responsabilidad recae en la municipalidad que
él dirigió en los períodos 1996-2000 y 2009-2012: “Hago un mea culpa, porque
hay responsabilidad de la Dirección de Obras, que es el área técnica que maneja
el tema en la municipalidad. Desgraciadamente no cumplió el objetivo de
fiscalización. Un informe de la Contraloría Regional de Valparaíso dice que los
dos últimos edificios no cumplen con los requisitos establecidos, que no
deberían haber sido construidos. Como eso se descubrió cuando los departamentos
ya estaban vendidos y había terceros involucrados, se dejó pasar”.
CUATRO PISOS SOBRE LA NORMA
Hipólito Aravena, ex concejal (DC) de
Algarrobo entre 2004 y 2008, fue uno de los primeros en enfrentar a
Inmobiliaria El Plomo por supuestas irregularidades en la construcción de San
Alfonso del Mar. Según él mismo contó a CIPER, su denuncia ante la Contraloría
le costó el cargo y una contrademanda de indemnización por perjuicio en el
Juzgado de Letras de Casablanca. Los hermanos Fischman le pedían $22.700
millones.
-Fui uno de los primeros en denunciar que la
empresa estaba incumpliendo las normativas legales de construcción. Denuncié
que habían construido más de mil departamentos sin someterse al impacto vial, y
que incluso los dos últimos edificios construidos se salían de la autorización
que tenían para hacerlos de 14 pisos. Esas torres tienen 18 –cuenta Aravena.
Según el ex
concejal, cuando preguntó en la Dirección de Obras de Algarrobo, el director de
la época, Alejandro Navarrete, le respondió que se les había autorizado el aumento de pisos porque se
habían acogido a la figura de
Conjunto Armónico que contempla la Ley General de Urbanismo
y Construcciones. Eso les permitía construir hasta un 25% más alto. Algo que
jamás hubieran podido hacer si se hubiera considerado el proyecto completo y no
por etapas. Fue entonces que Aravena ingresó una denuncia a la Contraloría. Era
mayo de 2008. El órgano fiscalizador tardó más de año y medio en investigar.
El informe que
emitió la Contraloría el 3 de noviembre de 2009, dice que las obras no cumplieron lo establecido en el Seccional Costa Dorada, pasando por alto
la prohibición de edificar por sobre los 14 pisos de altura en la construcción
de su Edificio Crucero, uno de los 11 que forman parte del complejo San Alfonso
del Mar. El documento dice: “La Municipalidad de Algarrobo no se ajustó a derecho al otorgarle la
calidad de Conjunto Armónico”.
Si se compara con las otras torres que sí
tienen 14 pisos, la construcción de esos cuatro niveles extra significó que
Inmobiliaria El Plomo pudiera vender al menos 19 departamentos que no se acogían
a lo que el municipio había aprobado.
A pesar de reconocer la irregularidad tras
la edificación, en el mismo documento la Contraloría determinó que como esos
departamentos ya estaban vendidos, no se podía echar la obra atrás. Lo que sí
hizo fue ordenar un sumario administrativo para determinar la responsabilidad
de los funcionarios municipales que recepcionaron las obras sin que cumplieran
con los requisitos establecidos.
-Ahí quedó
claro que esto fue un ardid del director de Obras Municipales de la época,
Alejandro Navarrete, quien después del dictamen de la Contraloría fue sumariado
y, por esta y otras razones, despedido de la municipalidad –agrega Aravena.
A la empresa no
le pasó nada: no se podían demoler los departamentos ya construidos y en su
mayoría vendidos. Según informó a CIPER la misma inmobiliaria, el precio
promedio de los departamentos de esa torre fue de 5.472 UF. Por lo tanto,
la venta de esos 19 departamentos fuera de la norma se tradujo en una
transacción comercial que, cuando en diciembre de 2008 se realizó la recepción
definitiva del Edificio Crucero, superaba los $2.230 millones.Aravena relató
los hechos a El Espectador, un periódico local. A los pocos días, recibió la
notificación judicial: los hermanos Fischman lo demandaban por perjuicio y le exigían
una indemnización de $22.700 millones.
Aunque cuatro años después el fallo
favoreció a Aravena –el tribunal condenó a la inmobiliaria a pagarle $10
millones–, el ex concejal está convencido de que con la acción judicial, los
hermanos Fischman pretendían amedrentarlo no sólo a él, sino que a cualquiera
que pusiera en duda la legalidad de sus proyectos. Sobre todo porque las
prácticas continuaron: el Edificio Puerto del Sur, la última torre que
Inmobiliaria El Plomo mandó a construir en San Alfonso del Mar y que se entregó
a principios de 2012, también sobrepasa la altura permitida por cuatro pisos,
amparada nuevamente en la figura de Conjunto Armónico, algo que la Contraloría
ya había calificado como “no ajustado a derecho” en su informe de 2009. Si se
suma lo que la inmobiliaria percibió por la venta de los departamentos de ambos
edificios construidos fuera de la norma, el monto sobrepasa los $4.460
millones.
UNA NUEVA OFENSIVA
Los dardos de los opositores a los
proyectos de los Fischman ya no van sólo en una dirección. Ahora, son las
autoridades municipales quienes enfrentan una nueva batalla. El ingeniero civil
y vecino de Algarrobo, Luis Hidalgo, presentó junto a Klein una demanda contra
la municipalidad por notable abandono de funciones. La acusación apunta a los
alcaldes y directores de obras que han pasado por la comuna desde que se inició
la tramitación para construir San Alfonso del Mar.
Según comentó Hidalgo a CIPER, además de los
incumplimientos detectados por Contraloría, Inmobiliaria El Plomo habría pasado
por alto una serie de otros compromisos incluidos en el Seccional Costa Dorada,
como la construcción de estacionamientos públicos en el costado sur del
condominio –junto al estero San Jerónimo– o el ensanchamiento de la calle que
va hacia Mirasol en toda la extensión del proyecto. Hidalgo agrega también que
los paseos peatonales laterales de los humedales son mucho más pequeños de lo
establecido en el seccional, que nunca se concretó la donación
acordada al municipio del Lote 2 y quelas lagunas artificiales no cuentan con
permisos de construcción, una
irregularidad que hoy investiga la Contraloría Regional de Valparaíso.
-Este proyecto
(San Alfonso del Mar) se debería haber sometido al Sistema de Evaluación de
Impacto Ambiental (SEIA) porque está en el borde costero –dice Hidalgo–. En los
artículos 28 y 29 de laOrdenanza
Local del Plan Regulador de Algarrobo se establece específicamente que cualquier proyecto de construcción en el
borde costero debe someterse al SEIA. Pero no sólo no lo hizo (verrespuesta del
Servicio de Evaluación Ambiental a Alexander Klein), sino que además no pidió permiso de construcción. La laguna está mal
construida: por eso pierde entre 500 y 600 mil litros diarios de agua. Lo mismo
pasa con su piscina de Laguna Vista, cuyas aguas se han filtrado a las napas
subterráneas, contaminando los pozos de agua de los vecinos.
CIPER tuvo
acceso a una minuta de
reunión de obra del Edificio Puerto del Sur –el último de los 11 construidos en San Alfonso del Mar– donde se indica
que representantes de EBCO dieron cuenta a Inmobiliaria El Plomo de que entre
el 24 de julio y el 7 de agosto de 2012, al detener las bombas de la laguna, se
registraban pérdidas. Ese último día, se contabilizó una disminución de 12
centímetros en el nivel del agua. El 31 de julio, la misma Myriam Fischman
reconoció que para ese día la baja se calculó en 35 centímetros.En conversación
con CIPER, el seremi de Salud de Valparaíso, Jaime Jamett, reconoció que la
mayoría de las piscinas, algunos restaurantes, un tobogán y los gimnasios al
interior de San Alfonso del Mar y Laguna Vista no se encuentran regularizados.
Según el seremi, entre ambos proyectos suman nueve sumarios sanitarios en
curso.
-Los sumarios sanitarios por las
irregularidades que detectamos dentro de los complejos están abiertos. Ya han
sido citadas a declarar las partes y probablemente se otorgue un plazo para
regularizar las instalaciones y adecuarlas al cumplimiento de la normativa
–dice Jamett.
Sobre Laguna Vista, el seremi agrega que
se hizo un muestreo y un análisis que abarcó el manejo de las aguas residuales,
“materia que nos dejó preocupados porque es un proyecto que involucra y afecta
a una altísima densidad poblacional y cuyas aguas residuales se están manejando
de una manera que, al menos, es discutible”.
Las dudas sobre
la legalidad de sus construcciones tomaron más fuerza los primeros días de este
año. El 3 de enero de 2013, la Corte
Suprema rechazó un recurso de protección interpuesto por Inmobiliaria El Plomo contra el reclamo de
ilegalidad que presentaron Klein e Hidalgo a comienzos de 2012 y que fue
acogido por la Corte de Apelaciones de Valparaíso. Con el fallo del máximo
tribunal, la Municipalidad de Algarrobo queda en posición de exigir a las
empresas de los hermanos Fischman el cumplimiento de los compromisos acordados
en el seccional y con atribuciones para revocar la recepción final del Edificio
Puerto del Sur.
Mientras, la
empresa inmobiliaria de los Fischman comienza su tercer gran proyecto en Algarrobo:Laguna Bahía, un complejo inmobiliario que contempla una inversión de US$ 120 millones
y que estará compuesto por siete edificios que se construirán en un terreno de
30 hectáreas, muy cerca de San Alfonso del Mar. El condominio incluirá una
tercera gran piscina en la comuna, esta vez sobre una superficie de 1,5
hectáreas. Para sacar el proyecto adelante, los hermanos Fischman deberán
sortear un nuevo problema, quizás, el que más les preocupa.
Un año después de que Hipólito Aravena
presentara su denuncia ante la Contraloría sobre irregularidades en la
construcción de San Alfonso del Mar, un grupo de vecinos presentó la primera de
una serie de acusaciones ya no contra la inmobiliaria, sino que contra el
principal capital de los Fischman: sus enormes lagunas artificiales.
Ya no se trata sólo de supuestas
construcciones irregulares o del incumplimiento de los compromisos acordados
para aprobar el Seccional Costa Dorada. Tampoco tiene que ver con la creación
de una empresa sanitaria de papel para lograr el cambio de uso de suelo ni con
que los proyectos no hayan pasado por el SEIA. Un flanco nuevo se les abrió a
los hermanos Fischman: una nueva denuncia ha puesto en duda precisamente
aquello que hoy ha convertido a Fernando Fischman en un demandado gestor de
proyectos turísticos a gran escala en distintos puntos del planeta: la inocuidad
de las aguas que contienen sus mega piscinas.
PATENTES EN PELIGRO
Cuando el
Departamento de Propiedad Industrial (DPI) del Ministerio de Economía le otorgó
en julio de 2008 a Fernando Fischman la patente de invención de su sistema para
implementar cuerpos de agua por 20 años, su negocio se disparó. Para entonces
ya tenía el Récord Guinness y el reconocimiento de la industria como uno de los
más destacados innovadores del país. Sin embargo, aún le faltaba esa patente
que solicitó dos años antes para consolidarse por completo. Cuando la
obtuvo, fue el momento clave de su internacionalización. Pero se transformó
también en su principal punto débil.La tecnología que inventó Fischman fue
certificada por la UNESCO en 2010 como Green
Technology por ser “ecológicamente amigable y por la naturaleza sustentable del
proceso”. También fue
reconocida por Chile Verde, una
iniciativa público-privada que promueve una cultura medioambiental. Fischman
compartió escenario con el ex vicepresidente de Estados Unidos, Premio Nobel de
la Paz y ecologista Al Gore en el Common
Pitch Chile 2012, un festival
musical centrado en el concepto de innovación, sustentabilidad y
emprendimiento. Allí se le presentaba como autor de una tecnología sustentable
patentada a nivel mundial. De ahí que para los opositores a sus proyectos,
atacar esa patente sea quizás su arma más poderosa.
En la memoria
descriptiva que Crystal Lagoon presentó para obtener la misma patente en México –los antecedentes son los
mismos que presentó ante el DPI de Chile en 2006–, se entrega toda la
información técnica que respalda su “proceso para obtener (implementar y
mantener) grandes cuerpos de agua mayores a 15.000 m3 para uso recreacional con características de coloración, transparencia y
limpieza similares a las piscinas o mares tropicales a bajo costo”. Todos los
datos descritos en el documento se respaldan en el acápite donde relata su
experiencia con la laguna de San Alfonso del Mar. Es allí donde, luego de
indicar paso a paso cómo la puso en marcha, dice:
“En este ejemplo de aplicación se determinó
que las condiciones físico-químicas del agua cumplen no sólo con las normas de
aguas recreacionales de contacto directo, que son las que corresponden en este
caso, sino con las normas de agua potable con excepción de las características
propias del agua de mar”.
A esa patente se suma otra que
Fischman solicitó en 2008 y obtuvo en mayo de 2011, y que se relaciona más con su experiencia en Laguna Vista que con San
Alfonso del Mar. A través de ella registró un “proceso económico y eficiente de
filtración de agua de un estanque para usos recreacionales y ornamentales en
donde la filtración se realiza sobre un volumen pequeño de agua y no sobre la
totalidad del agua del estanque”. La diferencia con la patente anterior es que
ésta se refiere sólo a una tecnología para filtrar el agua y no a toda la
estructura que la sustenta. Y que no descarta el agua del sistema de succión,
como si lo hace en su laguna del condominio en el borde costero, donde “implica
mayores usos de agua y eventualmente la descarga a cursos naturales de agua con
sedimentos”.
Como aún no han
pasado cinco años desde que las obtuvo, todavía se encuentra abierto el plazo
para que un tercero emita una acción de nulidad. De acuerdo al artículo 50 de
la Ley de Propiedad
Industrial, una patente de invención podrá
declararse nula si quién la obtuvo no es el inventor ni su cesionario, si la
concesión se basó en informes periciales errados o manifiestamente deficientes
o si el privilegio se concedió contraviniendo las normas sobre patentabilidad y
sus requisitos. Los vecinos de Algarrobo aseguran que si
se comprueba que las aguas de las lagunas han contaminado las napas
subterráneas y el mar, las patentes que tanto rédito le ha dado a Crystal
Lagoon a nivel internacional podría ser anulada.
Fischman puede
esgrimir un nuevo argumento a su favor. El 10 de enero
de 2013 un oficio del Servicio de Evaluación Ambiental
(SEA), indica que la enorme piscina de Laguna Vista no debe someterse a una
evaluación de impacto ambiental. Uno de los puntos que señala es que la laguna
artificial tiene una capacidad de tan solo 9.336,5 m3. Lo que resta por saber es qué dirá la autoridad sanitaria sobre el hecho
de que nunca hasta ahora la laguna artificial de San Alfonso del Mar,
cuya capacidad es de 250.000 m3 ha sido sometida al estudio de impacto ambiental.
POZOS DE AGUA SALADA
Como al principio en Laguna Vista se llenó
la piscina con agua de mar, la filtración de fines de 2008 a las napas
subterráneas contaminó los pozos de los dueños de las casas colindantes. Pero
lo que no se explican los vecinos es que, si sus aguas cumplen con “las normas
de agua potable” como se indica en sus patentes, no se hayan arreglado cuando
rellenaron la laguna con agua dulce. El agua de sus pozos nunca más volvió a
ser bebestible.
El 21 de julio
del 2009, la Seremi de Salud de Valparaíso envió al administrador del
condominio Laguna Vista un documento donde se le notificaba que la laguna del complejo presentaba filtraciones
que se habían colado por la tierra, contaminando pozos y norias aledañas. El
oficio también indicaba que se habían tomado muestras de los pozos contaminados
y que, tras analizarlos, se detectó un alto contenido de cloruros. El doctor
Milton Egaña, quien firma el documento como jefe de la oficina de la Seremi en
San Antonio, le dio al administrador 15 días para informar de la situación de
la filtración y qué medidas de remediación estaba tomando para solucionar el
problema tanto en la piscina como en las norias afectadas.
-Cuando llegó oficialmente esa comunicación,
hacía rato que Fernando Fischman había instruido a todos de lo que se debía
decir. Los que sabíamos cuáles eran las fallas que tenía la laguna, teníamos
orden explícita de callar. Las filtraciones se repararon a la rápida. Muchos
pensamos que tarde o temprano esto iba a volver a ocurrir y que quedaría la
escoba. Era tanta agua la que se perdía que, si se seguía filtrando, se iban a
contaminar aun más pozos. Con este tremendo proyecto se afectó la vida de gente
humilde que nada tenía que hacer contra este monstruo. Se vinieron a quejar. A
mí me tocó escuchar a varios, pero las únicas soluciones que les dieron aquí
fue pagarles el agua, unos pocos pesos y listo –cuenta a CIPER un funcionario
de la constructora EBCO.
Sara Díaz es
una de las afectadas. Tiene 72 años. Además de presentarse como una de las
“fundadoras del sector Aguas Marinas” de Algarrobo, representa a una de las
cerca de 20 familias afectadas con las filtraciones de la mega piscina de
Crystal Lagoon. La suya fue una de las primeras casas que se levantaron en el
sector, cuando el espacio que Inmobiliaria El Plomo Ltda. eligió para alzar
cinco enormes torres y una laguna de fantasía de 6.000 m2, no era más que terreno baldío. Como no tenía agua potable, fue ella misma
la que con un chuzo cavó los primeros cuatro metros del pozo que hasta 2008 la
abasteció de agua limpia. El resto se lo encargó a un vecino.
-Aquí tomamos agua de los pozos siempre,
hasta que en diciembre de 2008 fui y saqué agua para hacer té. Mis nietas
encontraron que el té estaba malo. Fuimos a ver el pozo y el agua estaba salada.
Al ratito vino una vecina y me dijo: “¿Sabe qué?, mi pozo está salado”. Después
vino otra y me dijo lo mismo. Yo tenía alojados unos trabajadores del
condominio Laguna Vista en mi casa. Ellos me dijeron que la piscina se les
había roto en tres partes. Ahí nos dimos cuenta que esa era el agua que se
estaba filtrando y que había llegado a nuestros pozos –cuenta Sara.
Para los
vecinos que sufrieron la contaminación de sus aguas, el riesgo de una nueva
filtración parecía haberse solucionado cuando en 2009 Crystal Lagoon decidió
cambiar el agua salada de la piscina por agua dulce. Con el tiempo, la
salobridad de sus pozos desapareció. Pero el agua siguió siendo imbebible.
Hernán Besomi, uno de los dueños de EBCO, aseguró a CIPER que “si esas piscinas se rompieran y cayera
toda el agua y se infiltrara, no habría problemas porque cumple los estándares
de agua potable”. Sara dice que las filtraciones
continuaron y que ahora el agua estaría contaminada con otros químicos, como
sustrato de cobre y cloro.
-Por eso todavía no podemos tomarla. Yo a
veces riego con esa agua, pero ya ni para eso se puede usar: se me han secado
dos naranjos y un limón –agrega Sara.
A modo de compensación, EBCO le pagó el
agua a Sara Díaz por algunos meses, mientras le daban solución al daño causado.
Este fue un acuerdo extrajudicial al que llegó con la empresa gracias a la
asesoría que le prestó una abogada del lugar a quién Sara le dio un poder por
60 días. Como finalmente la mujer no llegó a un acuerdo con la constructora, el
poder nunca se revocó.
Por eso, para
Sara fue una sorpresa cuando decidió por fin interponer una demanda contra la
empresa y se enteró de que su abogada sí había llegado a un acuerdo con la
constructora, aunque sin su consentimiento. En dicho acuerdo, su abogada y EBCO
convinieron en que la compañía encargada de las obras le pagaría a Sara $200
mil por los daños ocasionados; dinero que, según ella, nunca le llegó. Todo lo
anterior consta en la demanda
judicial que Sara Díaz interpuso el 11 de octubre del 2011 en el Juzgado de
Letras de Casablanca contra EBCO por haber contaminado su pozo
de agua potable a perpetuidad, primero con agua salada y luego, con los
químicos aplicados a la laguna para mantener sus aguas cristalinas.
SOLICITAN CIERRE DE LAS LAGUNAS
Al igual que Sara Díaz, Luis Lagos también
volvió a la carga. A pesar de las promesas de solución por parte de EBCO, a
cuatro años de la primera filtración, su pozo sigue inutilizable. Si bien EBCO
le ha pagado sus cuentas de agua potable durante todo ese tiempo, al igual que
sus vecinos teme que ahora que la obra está por terminar, la constructora deje
de cumplir lo acordado. De ser así, no les quedaría más que comenzar a pagar
ellos mismos el agua que les provee ESVAL y olvidarse de esos pozos que, según
afirman Luis y otros vecinos afectados, ya ni siquiera les sirven para regar
las plantas de sus casas.
A comienzos de enero de 2012, Luis llegó a
San Alfonso del Mar junto a su abogado y pidió reunirse con Myriam Fischman. Su
idea era intentar llegar a un nuevo acuerdo extrajudicial. Ya había alcanzado
uno en 2009, cuando la constructora le pagó $200.000 y le ofreció cubrir su
gasto en agua potable de la red de ESVAL mientras EBCO reparaba su pozo. Pero
nunca se lo repararon. Ya habían pasado tres años desde que vio como su fuente
de agua potable rebalsaba con agua salada.
Tras reunirse
con Myriam Fischman (por Inmobiliaria El Plomo Ltda.) y Alfredo Mercado (por
EBCO), Lagos aceptó firmar ante notario otro
documento en el que declaraba que sus aguas ya no presentaban contaminación derivada
de la filtración de fines de 2008. Según el texto que firmó, sus pozos “se
encuentran plenamente operativos”. También se manifestó conforme con los pagos
que realizó EBCO de sus cuentas de agua y alcantarillado. En el mismo
documento, Lagos renuncia a presentar cualquier acción judicial contra las
empresas de los Fischman y entrega poder a los abogados de su contraparte para
que, en su nombre, desistan de cualquier acción que haya presentado en su
contra ante organismos públicos. A cambio, recibió un cheque por $4.000.000 por
concepto de “daño moral y patrimonial, incluyendo el daño emergente, lucro
cesante, sufrimiento físico y cualquier otro perjuicio o concepto
indemnizable”.
Aunque la empresa selló un acuerdo con
Luis Lagos, los problemas para los hermanos Fischman no acababan: desde
entonces, las denuncias han tomado un tinte más serio y han pasado a ser algo
que ya no se soluciona con acuerdos extrajudiciales ni firmas ante notario. Ahora,
autoridades regionales y municipales han entrado al ruedo.
El martes 23 de
octubre de 2012, Crystal Lagoon recibió el
Premio Nacional del Colegio de Ingenierosen la categoría “Empresa del Año”. Dos días después, un oficio salió de la
oficina de Marcelo Inostroza Rivera, el encargado de la Unidad de Medio
Ambiente de la Municipalidad de Algarrobo. El documentoiba dirigido al entonces alcalde subrogante Sandro Durán, en el que se le
pide que, en vista de antecedentes denunciados, investigados y confirmados
sobre una filtración de grandes volúmenes de agua en la piscina de Laguna
Vista, solicite al Seremi de Salud el cierre temporal (al menos por 20 días) de
la laguna artificial “con la finalidad de realizar los cálculos de
evapotranspiración versus las filtraciones diarias y determinar los volúmenes
de pérdida”.En el texto, Inostroza además le solicita a Durán que exija a los
operadores de la piscina información sobre los componentes químicos utilizados,
así como de su protocolo de aplicación, para determinar si estos mismos
químicos son los que, según los vecinos, mantienen el agua de los pozos
contaminada al punto de ni siquiera poder usarla para el riego de sus plantas.
Al día
siguiente, Durán envió
un oficio al Seremi de Salud de Valparaíso, Jaime Jamett, para que “haga efectiva la
petición formulada en el documento”. Cuatro días tardó Jamett en presentarse
con un equipo a fiscalizar no solo la piscina denunciada de Laguna Vista, sino
que también la que hasta hace poco llevaba el título de la mayor piscina del
mundo, la laguna artificial de San Alfonso del Mar. La actividad fue publicada
en el sitio web de la Seremi.
Según contó a CIPER una de las personas
presentes, mientras se llevaba a cabo la fiscalización, el administrador de
Laguna Vista, Gregorio Acuña, se les acercó junto a un empleado para intentar
apartar a Jamett e Inostroza del grupo y demostrarles que la filtración sí
existía.
-Gregorio Acuña
contó que la administración del condominio dejó de rellenar la piscina y
comprobó que el volumen de agua que se perdía a diario era enorme. Eso sólo
podía deberse a filtraciones. Otra de las cosas que nos comentó Gregorio es que
justamente por esa gran pérdida, están rellenando la piscina con agua que
proviene de la zona del estero y de pozos de propiedad del condominio, lo que
tiene a la sala de los filtros con una contaminación muy grande. Incluso, que
habían pasado de echarle 60 litros de cloro diarios a 120 litros. Esto nos puso
aun más en alerta: si bien las aguas de la laguna pueden cumplir con la normativa
para piscinas de uso público, ¿a dónde se
están yendo los químicos si efectivamente se está filtrando el agua? –agrega la
persona que participó en la fiscalización.
En su edición
del 14 de diciembre, el periódico El Espectador publicó una entrevista a Jamett. En ella, el seremi aseguraba que “los análisis microbiológicos y
físico-químicos de la calidad de las aguas han concluido. Y éstas no se
encuentran fuera de ningún parámetro químico o físico que esté alterado. Es
decir, las aguas son absolutamente normales y son aptas para el uso indicado”.
Una semana
después, el seremi hizo entrega a CIPER de sus informes (uno químico y otro
microbiológico) con los
resultados de la fiscalización. Los análisis dan cuenta de que las aguas en las
piscinas de Crystal Lagoon cumplen con la norma para aguas recreacionales.
Jamett también aseguró que las muestras tomadas al agua de los pozos vecinales
arrojaron que se trata de agua que no es potable. Aún así, sobre la presencia o
no de filtraciones, la autoridad no dice nada.
-No confirmamos ni descartamos daño al
ecosistema ni al medioambiente a través de ductos –explica Jamett–. Lo que sí,
tomamos muestreo de los esteros y las lagunas adicionales a solicitud de otro
organismo público, pero no nos referiremos hasta que ese organismo haga pública
esa información. Nosotros no hicimos ninguna investigación de las napas
subterráneas, eso es una materia que le corresponde a la Dirección General de
Aguas (DGA). No es de nuestra competencia. Lo que nosotros certificamos es que
las piscinas de los complejos de San Alfonso del Mar y Laguna Vista no tienen
elementos que excedan la normativa de aguas recreacionales, de piscinas de uso
público.
TUBOS QUE SE PIERDEN EN EL MAR
Francisco Hernández, presidente del
sindicato de pescadores de Algarrobo, no duda del impacto negativo de San
Alfonso del Mar en la bahía. Hernández lleva 35 años pescando en la zona y
cuenta que desde hace ocho el agua se empezó a sobrepoblar de algas. Las mismas
que hay en el resto del litoral central y que en Algarrobo ya son una plaga.
Son tantas que como se aglomeran en las playas, donde se secan y se pudren, el
olor es nauseabundo. El municipio tiene que sacarlas todos los días en
camiones. El pescador dice que esas algas se alimentan de materia fecal. Y está
convencido de que su proliferación está directamente relacionada a los tubos
que salen desde el enorme complejo del borde costero de Algarrobo norte para
verter aguas residuales en el océano.
-El mar está contaminado, y eso lo vemos a
diario. Nos dimos cuenta cuando empezó a desaparecer el congrio colorado, ya
que huye de la contaminación. Ahí nos enteramos de los desagües. No sabemos
bien qué es lo que echan al agua, pero no puede ser sano. A las almejas, que
son filtradoras, se les forma una capa negra encima de la concha. Queremos
analizarlas para saber si están contaminadas y si las podemos vender. Aquí
tenemos varias áreas de manejo: locos, lapas… Y las jaibas: cuando las cueces,
salen negras, y eso es por el químico que tienen adentro. Las abres y huelen
mal –dice Hernández.
Alrededor de la laguna de San Alfonso del
Mar, las cañerías aparecen a simple vista. Muchas de ellas con filtraciones que
inundan parte del paseo peatonal que está en la playa y bordea la gran piscina.
El agua se filtra directamente en la arena, que a veces, cuando hay marejada,
deja al descubierto una enorme red de tuberías que extraen agua para la laguna
y los emisarios que evacúan aguas residuales desde el condominio hacia el mar.
-Esta piscina tiene una concesión marítima
para evacuar las aguas al mar cuando sea necesario. Según las coordenadas, los
emisarios están a unos 200 metros de la orilla de la playa. Si consideramos la
gran cantidad de insumos que se usan en mantener cristalina el agua de mar en
la laguna, no cabe duda de que al mar se están arrojando químicos indeseables.
Y los parámetros que le exige la autoridad marítima no corresponden a la
actividad de una piscina de esa envergadura. Cualquier modificación del agua
del mar es contaminación. Por lo tanto, si arrojo una cantidad de agua de una
tolerancia tan elevada como la que permite hoy en día la Armada, obviamente voy
a cumplir cualquier parámetro, pero evidentemente estaré contaminando –explica
Iván Vega, asesor medioambiental y jefe de Investigación y Desarrollo de la
empresa Terra Química y Naval Ltda.
Los parámetros
físico-químicos que le impuso la Armada a la empresa de Fischman están
clasificados como si fuera una empresa pesquera productora de aceite y harina
de pescado. Por lo tanto, entre otros, se miden niveles de hidrocarburos,
grasas y sólidos sedimentables y suspendidos que una piscina recreacional
siempre tendrá bajos. “Cualquier agua que ellos boten va a cumplir con la norma
impuesta”, dice Vega. Además, agrega que nadie fiscaliza lo que la empresa
arroja al mar. Y que la única fiscalización existente corresponde a
autocontroles que Inmobiliaria El Plomo debe entregar periódicamente a la
Directemar. El último de
esos informes, fechado en
octubre de 2012, concluye:
“Los parámetros físico-químicos analizados
hasta la fecha, se encuentran dentro de los rangos normales para el agua de mar
no había habido una gran fluctuación en las concentraciones a lo largo del
tiempo, con la excepción de los últimos tres años monitoreados donde las
concentraciones fueron inferiores al límite de detección” (sic).
A fines de mayo
de 2012, los pelícanos
se morían en Algarrobo. Las alertas
se encendieron cuando una funcionaria municipal encontró una mañana 14 tirados
en la arena. No presentaban heridas. Se sumaban a otros tantos que habían sido
encontrados en las semanas previas. Aunque los análisis indicaron que eran aves
juveniles que habían muerto de hambre, los pescadores señalan que, coincidencia
o no, las muertes calzan con el momento en que Crystal Lagoon vació la laguna
de San Alfonso del Mar para repararla.
14 comentarios:
Hay que hacer algo, detener a este monstruo que abusa de su poder !!
http://ciperchile.cl/2013/01/15/la-nube-negra-que-cubre-a-san-alfonso-del-mar/
El reportaje completo,... los Fischmann actúan como verdaderos gansters, y esto seguirá ocurriendo mientras nuestras autoridades comunales no se pongan la camiseta, Concejales, Alcalde,se debe contar con los mejores profesionales en Dirección de Obras, Departamento Jurídicico, Oficina de Medio Ambiente e Inspecciones, sino nuestras, calles, playas , humedales, dunas, bosques van directamente a la muerte...hemos hipotecado nuestros recursos por unos pocos pesos los fines de semana...Qué diferencia con el proyecto Bahía de Rosas que hasta la fecha no se tiene ninguna queja..Y las autoridades cuando se van a poner las pilas con una Ordenanza de Medio Ambiente..el Concejal Catlán todavía piensa que la oficina de Medio Ambiente se creo para dar pega y aún no la ve como necesaria para la comuna?
Nota: Al reportaje completo se accede pinchando sobre "más información"
Y el tal Hidalgo que tiene que decir de esto y su amigo Klein, que tiene 2 ordenes de aprehensión por ESTAFA del 2004 y 2007 sin regularizar.
Exclusivo: Denuncian graves irregularidades cometidas por la administración de la YMCA
Luis Hidalgo Sersich, gerente de la Constructora Lihuén, ligada a la propiedad de un condominio del cual la YMCA es aval, ejerce también como tesorero de la YMCA. Los disidentes denuncian un detrimento patrimonial de la institución y un enriquecimiento ilícito del ejecutivo.
Por María Isabel Guzmán, ADN Radio Chile
http://www.adnradio.cl/noticias/nacional/exclusivo-denuncian-graves-irregularidades-cometidas-por-la-administracion-de-la-ymca/20090625/nota/834630.aspx
El señor anónimo debiese buscar el fallo de los tribunales en el caso del de la YMCA de los ingenieros Hidalgo y Klein antes de tratar tapar las irregularidades e incumplimientos de la Inmobiliaria con algo que no tiene absolutamente NADA QUE VER.
Me imagino que el señor anónimo no será algún alcalde anterior o concejal, ya que durante muchos años, ellos han cerrado los ojos ante los incumplimientos reiterados de las dos principales inmobiliarias y que incluso, ellos las han defendido, como es el caso del concejal de independiente de Renovación Nacional, recién reelecto, señor Catalán. Este señor en el diario El Espectador y en los Concejos Municipales, siempre es la voz defensora de las grandes inmobiliarias.
Hay algunos que ven siempre la paja que está en el ojo ajeno y no ven ni reconocen la inmensa viga que está en su propio ojo.
El trabajo investigativo de Cliper es contundente!!!!!!! y estamos esperando una reacción de nuestra máxima autoridad comunal, quien ya ha sido dos veces alcalde.
http://www.youtube.com/watch?v=lMoY6jpcHAo
Estamos entre dos mounstruos que poco a poco aniquilan la comuna....Cofradía Nautica y San Alfonso,..no nos vendamos Algarrobinos a exigir a nuestras autoridades!!!
Amigos amantes de Algarrobo...llego la hora de que las cosas se digan de frente, Algarrobo nos necesita unidos y sin miedos, para salvarlo de las garras de los poderosos...no más matanzas, no más abusos y no más mentiras.
Analía tiene toda la razón. Los algarrobinos tenemos que unirnos y defender lo nuestro y que se cumplan las leyes. Una voz clara y firme como Analía hace falta en el Concejo Municipal
Algarrobo tiene serios problemas sociales, medioambientales, inmobiliarios y de vialidad y el presidente Sebastian Piñera viene a inagurar una caja auxiliar del Banco Estado....
que pena lo que sucede en mi algarrobo cuidemos lo que queda
me gustaría saber por quien votastes....
Después de leer el reportaje me da la impresión que en Algarrobo los alcaldes han dejado pasar muchas irregularidades, de las cuales, ninguno se salva. Por ahí, se lee que siendo alcalde Jaime Galvez recibió en donación para Algarrobo un terreno al costado del humedal San Gerónimo de la Inmboliaria El Plomo, el cual lo perdió por NO HABERLO INSCRITO. Ahora, la Inmobiliaria construyo los estacionamientos de la ultima Torre de 18 pisos
No me extrañaría con el desorden existente, no tienen ni las áreas de equipamiento inscritas ni los comodatos otorgados..
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