martes, 8 de enero de 2013

¿Balneario de Primera?


En uno de mis pocos paseos por la ciudad de Algarrobo en época estival (pocos por mi trabajo y mayormente por la aglomeración de personas en esta pequeña ciudad), me llama profundamente a la observación esa inmensa proliferación de trabajos esporádicos que se satisfacen del cardumen capitalino; estas fechas son extremadamente necesarias para la vida de un pueblo que el resto del año queda a la limosna de los fines de semana largo o de uno que otro oficio. Sin embargo, esto no quiere decir que por poco el tiempo que se esté trabajando, valga a decir enero y febrero, se nos olvide que cada ser humano es poseedor de derechos básicos para poder cultivar su oficio o profesión, ya sea part-time en una empresa o institución.

Me inquieta épicamente y quisiera poner en porosidad la opulencia que nos rodea: encajados por dos clubes de yates, y custodiados por diferentes construcciones de valores impensados, y creyendo, debido a esto, que somos un balneario de primer nivel. Falta mucho, ya que para llegar a tan preciada denominación se tiene que comenzar por cambios de concepciones básicas. En los años que llevo viviendo en esta ciudad, los jóvenes que cobran los parquímetros por todo el borde costero, pululando de aquí hacia allá, tratando de ocultarse del rico sol que broncea las espaldas de aquellas morenas y quema la nuca de los jóvenes trabajadores, buscando sombra, ya que el gorro y el bronceador que tanto se esmera el empleador en entregar no le hacen proporción al cansancio, ni al sol. 

Pero no quiero poner la inquietud sin también presentar la siguiente solución: destinar espacios cada dos cuadras con toldos, equipados con dos sillas, un dispensador de agua (de esos que se encuentran en las farmacias), que se invierta en gorros de ala ancha como los que usan los scouts. Implementos básicos para la enorme cantidad de autos que vemos en estas fechas, que obviamente se traduce en un suculento cheque a fin de mes para el concesionario. Háganse cargo, Algarrobo tiene que dar el ejemplo

¡Sombra, básica herramienta!

Sebastián Carval, poeta algarrobino

4 comentarios:

Patricio Gómez Bahamonde dijo...

He tenido el agrado de conocer a Sebastián Carvajal en una visita que él hizo al Taller Literario Naciente de Algarrobo y también por su labor en la dirección del grupo de teatro "Entre Nos". Para los que no lo conocen, debo decir que es un joven de 30 años que, según lo que he leído en este mismo Portal Web, Sebastián estudió actuación en Viña del Mar y se ha establecido en Algarrrobo desde el año 2010. Es, pues, un valioso aportarte a la cultura de tantos otros algarrobinos que no siendo originarios son nuevos vecinos que enriquecen nuestra Comuna con sus conocimiento, formación y trabajo.

He leído su artículo y deseo felicitarlo por su visión, real y humana, con una relación a lo errado en que estamos de vanaglórianos como ciudad balneario de primera categoría. En verdad, estamos muy lejos de ello. Estamos estancados en un profundo abismo de falta de cultura, emprendimiento, visión de futuro, vagamos en un serpenteante rumbo como nave a la deriva, en circunstancia que somos “La Capital Náutica de Chile”.

Patricio Gómez Bahamonde
Ingeniero Comercial PUCV y UAI
decover2@gmail.com

Anónimo dijo...

Cartagena es menos flayte y mas pintoresco.

Juan Luis Silva dijo...

Tenemos un nuevo alcalde que ha prometido levantar a Algarrobo y llevarla de nuevo a la gran categoría que tuvo en el pasado. Con el abrumador apoyo que le dieron sus lectores, debemos esperar que una vez que pasen estos meses de verano, convoque a un gran Cabildo en donde exponga cuáles son los grandes cambios y planes que tiene para Algarrobo. Esperamos que no sean pequeñeces, Algarrobo necesita una estrategia en grande,o seguiremos estancados y a la zaga de El Quisco, El Tabo y Cartagena.

Hasta ahora, no he visto un gran equipo de técnicos, expertos y exitosos profesionales incorporado para aspirar a primera división, solo a tercera división. PERO, habrá que esperar ... algo tendrá escondido bajo la manga don Jaime Gálvez

Verónica dijo...

Recado para el Alcalde para los cobradores de los estacionamientos:

destinar espacios cada dos cuadras con toldos, equipados con dos sillas, un dispensador de agua (de esos que se encuentran en las farmacias), que se invierta en gorros de ala ancha como los que usan los scouts. Implementos básicos para la enorme cantidad de autos que vemos en estas fechas, que obviamente se traduce en un suculento cheque a fin de mes para el concesionario. Háganse cargo, Algarrobo tiene que dar el ejemplo.