lunes, 4 de septiembre de 2017

Pareja de algarrobinos recorren extremo sur de Chile a bordo de camioneta que se mueve con aceite de cocina


En noviembre del año pasado, Evelyn Quezada y Nacho Platoni dejaron Algarrobo para emprender un largo viaje rumbo al sur. A bordo de una Toyota Hi-Lux doble cabina, llegaron hasta Punta Arenas. A simple vista, un viaje con ciertos visos de aventura, dada la extensión del camino recorrido, pero nada particularmente fuera de lo normal, ni distinto al que cientos de turistas realizan cada año por el extremo sur de nuestro país. El detalle es que para recorrer esos más de 6 mil kilómetros (ida y vuelta) esta pareja de algarrobinos usaron aceite de cocina como combustible para su camioneta. En rigor, aceite vegetal dado de baja en restoranes y fritanguerías. El ahorro en bencina o petróleo fue, por tanto, más que sustancioso, y que sirvió con creces para paliar las gestiones asociadas a echar a andar un proyecto tan singular, como ecológicamente meritorio.



"Lo primero es acondicionar el vehículo para que pueda funcionar con aceite de comer", explica Evelyn. "Básicamente cualquier auto petrolero puede funcionar con aceite vegetal, en internet hay mucha información al respecto, es algo bastante sencillo si uno se adentra un poco en el mundo de la mecánica. El tema está en tener convicción en que se puede y atreverse." Los primeros kilómetros de ruta con la máquina acondicionada no fueron fáciles. Todos los filtros del motor terminaron muy pronto tapados. Entendieron que debían ser más rigurosos en el proceso de filtración del aceite recolectado. "Otro cuento nos pasó en la Patagonia. Ya entrado el otoño, con las primeras heladas y nevazones, el aceite se puso muy viscoso por el frío, como una pasta, lo que dificultó el filtrado y nos llevó a optimizar nuestro sistema de intercambio de temperatura al aceite. A medida que hemos ido aprendiendo, hemos optimizado el proceso y la camioneta nos ha andado de maravilla con aceite."

Atentos a todo letrero rutero donde se lea "chorrillana" o "papas fritas", esta pareja ha logrado recolectar y dar uso como combustible a más de 1000 litros de aceite dado de baja. "Nuestra idea siempre fue viajar, pero de manera más ecologica, dejando menos huella de carbono, menos residuos de gases al aire, y de esta manera lo estamos logrando plenamente."

1 comentario:

Myriam Muñoz dijo...

Se pasaron!
Ejemplares. Merecen toda mi admiración. Cariños.