Bluestock de El Totoral: Gran encuentro musical... (Vergüenza municipal)

 ÍDOLA. Una de las voces más destacadas de Sudamérica, la uruguaya Virginia Martínez, estuvo presente en el Tercer Festival de Blues de El Totoral

Dentro de pocos días, Iván Torres, blusero nacional connotado, emprenderá rumbo a Pucón. Allá lo espera el Tercer Festival de Blues local. Iván viene de participar ayer sábado en otra tercera jornada del género musical que algunos señalan originario de Memphis: nuestro Bluestock de El Totoral. Cada verano los inconfundibles acordes del blues inundan durante una noche mágica los serenos aires de dicha localidad rural. La fama y el prestigio de este evento han ido creciendo año a año a tal punto que recién ayer, junto a una decena de las más reconocidas bandas y solistas de la escena nacional, se presentó una figura considerada por la prensa internacional como una de las voces más importantes de la región, la uruguaya Virginia Martínez, quien quiso interrumpir por una noche sus actuaciones en Valparaíso para venir a cantar a El Totoral. Su presentación, sobria, memorable, fue un verdadero regalo para el medio centenar de almas que aguardaron no sin cierto estoicismo bajo una ligera llovizna hasta pasada la una de la madrugada, cuando la charrúa, junto a Rodrigo Santini en guitarra, subió al escenario.



Pero mientras en el sur, el encuentro blusero de esta semana -que no cuenta con figuras de la talla de la Martínez- obedece a una iniciativa que la autoridad local organiza y promueve como una importante actividad turística veraniega, en nuestro Totoral sucede exactamente lo contrario. El municipio quisqueño no sólo se da maña para no aportar en nada al evento, sino que además se contenta en obstaculizar la realización del mismo. Es así como la jornada de ayer fue interrumpida por el ingreso de tres vehículos policiales: habiendo sido denegado el permiso municipal, carabineros se hacia presente, junto a personal municipal, para cursar las multas respectivas.

Superado el lamentable trance, el show siguió su curso. Pese a la ceguera de la autoridad local, nuestro litoral se puede enorgullecer de contar con un evento simplemente único en la región. Como señaló el mismo Torres al despedirse: "¡Nos vemos el 2016!"