viernes, 9 de marzo de 2018

Jean Jacques Pierre-Paul y la crisis de la migración en Chile: "Es un problema de oprimidos que oprimen a oprimidos"

Casi sin quererlo, Jean Jacques Pierre-Paul se ha convertido en el portavoz de los migrantes en Chile. Nacido en Jacmel, ciudad distante 90 kilómetros de la capital haitiana Puerto Príncipe, en 2018 cumplirá 9 años de residencia en Chile. Se formó como médico en Cuba y en nuestro país tuvo que revalidar sus estudios para poder ejercer. Hoy, reparte sus jornadas laborales entre Santiago, Llo-Lleo y Las Cruces, donde hace cuatro años compró una casa. Ahí vive actualmente junto a su mujer y sus dos hijos. Pero mucho antes de convertirse en médico, Jean Jacques ya escribía versos, a una edad escolar, siendo adolescente. A la fecha ya ha publicado cinco libros de poesía, los que este año serán reeditados, en edición bilingüe (francés/castellano). Tras la muerte en trágicas circunstancias de su compatriota Joane Florvil el invierno pasado, escribió un poema en su memoria que pronto alcanzó gran difusión en las redes y los medios. De pronto, la voz de este médico de aspecto amable afincado en el litoral central se transformó una de las más respetadas y atendidas en lo que a migración se refiere. Hace pocos días, publicó una nota en Facebook, una especie de carta abierta, donde invita a reflexionar sobre este candente fenómeno social; nuevamente las redes se encendieron, con voces de apoyo y rechazo. 

Jean-Jacques, el año pasado un poema tuyo dedicado a tu compatriota Joane Florvil alcanzó una fuerte repercusión en las redes sociales y en los medios. Hace pocos días, publicaste una nota en Facebook sobre el candente tema de la migración en Chile en la que abordas aspectos de manera bien frontal. ¿Qué te ha impulsado a hacerlo?

Me di cuenta que tanto a nivel del estado, familiar, social, de las redes, el tema de la migración es un tema que merece un debate, nadie puede decir que no está pasando nada en Chile. Porque en Chile cada vez que algún personaje conocido dice algo, cualquier cosa, al otro día la mayoría lo reproduce, pero sin reflexión. 

El debate es indispensable, pero hasta ahora no se da…

No hay debate serio. La mayoría de la gente solo reproduce. Pueden ser mensajes que inciten al odio. Y los que reproducen a veces tienen dos objetivos: apoyar de forma cobarde, decir “él lo dijo, yo no fui”, o decir “mira lo que dijo fulano”, pero sin condenarlo. Entonces estas prácticas empiezan a reproducir algo con contenido odioso sin reflexionar. Además, veo que en todo esto hay tres cosas, todas en común: contenido odioso, prejuicios y estereotipos. Empecé a ver que muchos amigos chilenos empezaron a reproducir tonterías así, pero según ellos lo hacían para condenar una crisis, pero no puedes hacerlo solo compartiendo algo que alguien dice contra un grupo. Entonces tuve que empezar a encarar a muchos a quienes les tengo mucho cariño, decirles “no, no, no, esto tiene insultos, que incitan al odio.” En Francia, un contenido que incita al odio es condenado por ley, allá no se puede hacer eso, si estás en contra de algo, das argumentos. Llegó un momento en que me sentí aburrido, me dije “qué está pasando que mis amigos caen en esto, algo está mal acá.” Después de una discusión con un amigo, en Santiago, me puse a escribir y publiqué rápidamente, y empezaron a sumarse los comentarios. Contribuir a repensar el debate, eso es lo que me interesa. Pero la mayoría lee pero no entiende; yo lo sabía, de hecho yo en el texto digo que la mayoría no va a entender, y eso no lo digo por Chile, lo mismo pasa en Argentina, Perú, en todos los países.

¿Por qué crees tú que cuesta tanto que el ciudadano común sintonice, entienda a cabalidad este tipo de cuestiones?

Tengo una teoría. Hay ciertas cosas que para entenderlas hay que salir del subconsciente, hay que usar la conciencia. La conciencia es confrontación de ideas; la subconsciencia, reproducción. Y la gente no sale de la zona de confort; en todo lo que le hace pensar, no se mete. Por eso no entiende, porque eso exige un esfuerzo mental.

Hagamos un debate, hablemos del problema de los migrantes, no hablemos de problemas de colores, de haitianos, colombianos. ¿Por qué hay haitianos durmiendo en la calle? ¿Por qué hay venezolanos, peruanos durmiendo bajo un puente, desde mucho antes que nosotros? Ese es el debate: ver en qué condiciones llegan y viven los migrantes. Ese es el debate que tiene que hacer Chile. ¿No puedo ofrecer nada a los haitianos? ¿Qué hago con ellos? ¿Puedo ofrecerles lo que buscan?


Llevas viviendo en Chile casi nueve años. ¿Percibes algún cambio en todo este tiempo en el trato hacia el migrante?

Esto no ha cambiado. Esto ha empeorado. Y empeoró porque el fluyo es mayor, entonces la migración se hace más visible. Y además en Chile funcionamos sobre la moda. Sabes que cuando en Chile hablamos de fútbol, todos hablamos de fútbol, hace poco todos estábamos preocupados de las elecciones, y así. Revisa Facebook, redes, conversaciones. Ahora es migración. Después va a ser otra cosa. Esto empeoró. Porque acuérdate que en la sociedad chilena, al igual que en todas las de nuestro continente, la base de su fundación es explotación del hombre por el hombre, racismo, es la misma base, la misma base problemática. Igual a Argentina, por ejemplo. Esto no cambia, por eso no es difícil entender. Alguien me escribió invitándome a conocer mejor al chileno porque, según él, es difícil conocer al chileno. No, no es difícil conocer al chileno porque el chileno tiene una base común al peruano, argentino, a todos. Porque, ¿cómo se fundó Perú? ¿Cómo se fundó Chile? Es prácticamente lo mismo. Todos tenemos un punto en común, que es un trauma, histórico, y este trauma tenemos la tendencia a reproducirlo, a desplazarlo, muy pocos en la sociedad tenemos el valor de enfrentarlo y superarlo. Preferimos desplazar este trauma histórico a otro. Entonces te vas a dar cuenta que se trata de oprimidos que oprimen a oprimidos. Si miras bien, hay más oprimidos oprimiendo a oprimidos en Chile, que opresores oprimiendo a oprimidos. Estamos más ante una pelea de oprimidos. El opresor está feliz, mirando, la pelea entre los oprimidos. Conozco el caso de un tipo casi de mi color, chileno, que publicó en Facebook que le daba asco porque había visto a un negro con una chilena. Eso es lo que yo llamo oprimido que oprime. Estoy seguro que a él toda la vida lo han discriminado. Toda la vida ha sufrido malos tratos por su color.

Algunos creen que uno es traidor por reconocer las fallas de donde está viviendo. Llegan hasta eso porque el fanático, acuérdate, el fanatismo es una zona de confort.

Además hace 20 años atrás en Chile casi no se veía gente de raza negra. Esto es algo muy reciente. Hasta hace unos cinco años atrás, el chileno discriminaba más que nada a la persona con ascendencia indígena.

Pero te das cuenta que ese chileno que sufría porque tenía un tono de piel más oscuro, que en ese tiempo era el “negrito”, ahora está reproduciendo eso hacia el “más negrito”. Y la gente no quiere admitirlo. Si no lo admitimos, no podemos hacer nada.

Yo llegué, me costó, sí, pero tenía una esperanza porque yo hablaba español, no tanto como ahora pero hablaba, no necesité nunca traductor, todo lo hacía solo, y pude salir adelante, revalidé mi título, yo tenía un futuro más real que muchos inmigrantes. Lo que logré yo acá, creo que muchos migrantes no lo van a poder lograr. Cuando llega un migrante a Chile, no me importa cómo llega, si de turista o lo que sea, nunca voy a cuestionar la llegada de alguien a un lugar, un ser humano tiene derecho a movilizarse. Lo que me preocupa son las condiciones de llegada y de vida. Eso sí tenemos que tener el valor de cuestionarlo, porque si llega un migrante a Chile y una semana después está durmiendo en la calle, algo está mal. Eso es lo que tenemos que debatir. Pero a la gente no le importa. “Es que llegan como turista y después no son turistas”. Es que no entienden que la ley me permite llegar a Chile como turista, la ley me dice que después de tres meses si quiero quedarme cambio mi visa, eso es legal, no estoy engañando a nadie. Si llego como turista después de tres meses paso a ser residente.

Antes podías encontrar a alguien, un taxista, qué sé yo, con ganas de ayudar, pero ya no. Está de moda el engaño. Porque ellos dicen: “ah, quitarle la plata no es nada porque al final son ellos los que vienen a quitarnos”. Esto hace que quien engaña ahora no se va a arrepentir, porque ya se ha fijado tanto en la mente que les hemos quitado tanto. Robarle unos dólares a un haitiano que llega es justicia.

Hasta acá hemos hablado del ciudadano de la calle, del ciudadano común. Pero, ¿qué pasa con las autoridades en esto? ¿Existe voluntad por parte de las autoridades de mejorar la realidad de la migración en Chile?

No. Cero voluntad. Algunos me dicen: ”tú tienes ideas de izquierda”. No sé qué es tener ideas de izquierda, porque si tú hablas ideas de justicia, condenas la represión, parece que ningún ser humano puede pedir una sociedad justa sin ser de izquierda. Si eso es ser de izquierda, yo feliz voy a ser de izquierda. La izquierda chilena nos ha traicionado. Bachelet pudo llegar a ser uno de los mejores presidentes de Chile si no hubiera fallado en dos cosas. Podrían ser tres, con la educación, que es algo muy complejo, además ahí al menos lo intentó. Hay dos cosas donde ni siquiera lo intentó. Primero, la migración. Bachelet, cero por corregir los problemas de la migración, cero, yo no sé si fue intencional o por no poder. Segundo, la corrupción.

Igual Jean-Jacques hay una contradicción, no sé cómo lo percibes tú, porque Chile hace diez, doce años atrás integró de manera más o menos llamativa la misión de paz de los cascos azules de la ONU en Haití. Los medios destacaban esa intervención como un asunto muy meritorio…

Espectacular. Que aumentaba el orgullo y la autoestima del chileno. El internacionalismo chileno llegó con esto. Y después pasa de internacionalismo a anti-migración. Esa es la contradicción. Era el otro ayudando al pobre, esa es la concepción que tienen. Ahora que el pobre llega al otro, entonces ah no, ya no. Sabes, hay una cosa que muchos no entienden. ¿Desde cuándo los haitianos se empiezan a dar cuenta que Chile era una tierra de oportunidades? Chile me regaló oportunidades, de eso voy a estar agradecido siempre. Pero, ¿cómo empezaron a llegar los haitianos a Chile? Fueron los militares chilenos que hicieron descubrir a los haitianos que Chile era una tierra de oportunidades. Eso no es nada al azar y nadie quiere asumirlo. Los primeros migrantes que llegaron lo hicieron incluso acompañados de un militar. Al principio el militar ¿qué hacía? Adoptaba un niño y eso. Y todo este show hablaba bien de Chile, ¿me entiendes? De un Chile solidario. Pero en estos últimos cinco años Chile ha cambiado, parece que ha llegado a ser otro país.

¿Por qué?

Porque ese Chile que sí era solidario, ahora parece que hay tanto odio. Digo: “qué onda”. ¿Tengo que estar odiando a alguien porque no estoy de acuerdo con lo que dice? Bueno, eso es también lo que nos han ido enseñando con la división de Chile en izquierda y derecha. Pero tampoco quiero convertirme en un defensor de los migrantes, independiente quiénes son y qué es lo que hagan. También hay haitianos ladrones, estafadores y todo eso. Yo defiendo el derecho a buscar una oportunidad, yo defiendo la dignidad; me gustaría que mis compatriotas lleguen a una mejor condición. Nadie viene a Chile a dormir en la calle, si pasa eso es que hemos fracasado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

He leído recién esta entrevista al señor y doctor Jean Jacques Pierre-Paul, quien según ese artículo, se ha convertido en el portavoz de los migrantes en Chile. Extraño que viviendo en el litoral, es primera vez que me entero de su existencia y más aún, que es el portavoz de los migrantes y en especial de los haitianos.
Y digo que es extraño, puesto que desde fines de Julio de 2017, fecha en que se inició una importante obra de construcción en El Quisco, obra que se ha mantenido prácticamente con un poco más de 80% de trabajadores haitianos, con los cuales se ha ido generando una gran familia laboral y donde, sin temor a equivocarme, se ha logrado una estrecha comunión entre chilenos y haitianos.
Es más, los hemos ido formando como profesionales de obra en los distintos aspectos que implica una construcción.
Veo en esta entrevista que el señor Pierre-Paul muestra, sin darse cuenta, una especie de racismo innato en él. DE partida su planteamiento de que tuvo que trabajar y estudiar para convalidar su título de médico en Chile, ello no es por motivos raciales, sino que a todos los profesionales de la salud extanjeros son sometidos a similar proceso.
Señala que se ven haitianos durmiendo en las calles. Eso no lo he visto ni en El Quisco ni en Algarrobo. Y esto lo señala como algo frecuente. ¿Podría indicar en que parte de Chile sucede eso?
El tema creo no son los haitianos ni ningún extranjero en particular, sino las condiciones imperantes en Chile en el campo laboral, donde hay una gran cesantía sombra o encubierta, puesto que si alguien en el mes trabajó un día, no se considera cesante. De ahí que surgen muchos trabajos puntuales y de poca estabilidad. Si a esto le sumamos que repentinamente llegan extranjeros a ofrecer sus servicios para las mismas actividades, se produce un efecto rechazo, máxime cuando muchos de esos extranjeros no saben no conocen el trabajo que van a desempeñar. Pero esto no es racismo y menos rechazo a los extranjeros.
El tema va por la oferta y la demanda de mano de obra. Creo que al menos en el litoral, va a ser cada vez más difícil que los extranjeros encuentren trabajo pues la demanda está satisfecha.
Finalmente, y para no explayarme demasiado, está la barrera del idioma. Ellos no hablan la mayoría el francés, sino que el creole. Eso dificulta la comunicación con los chilenos. Yo entiendo bien el francés y trato de hablarles en francés, pero ellos no hacen el más mínimo esfuerzo en tratar de aprender "chileno" y llevamos más de 7 meses y aún no pronuncian o no se saben los nombres de las herramientas que usan a diario y que son elementales: Pala, extensión, carretilla, martillo, clavos, etc... Para qué decir algo más complicado relacionado también con la construcción.
Con todo respeto, estimo que para ser portavoz de migrantes, se debe conocer muy bien la realidad, hecho que creo no es así en el caso del señor Pierre-Paul.
He tenido la oportunidad de viajar a Santo Domingo, Haití y Jamaica, aunque en la parte turística, pero como me gusta el tema, me mezclaba con los locales y podía apreciar que incluso entre ellos hay diferencias y para que decir entre hombres y mujeres, siendo éstas las que muestran una gran responsabilidad en su actuar.
Espero que mi opinión sea debidamente analizada y con altura de miras.
Atentamente,
Santiago Pérez Pacheco

Anónimo dijo...

Buenos señor Santiago, la expresión " la expresión portavoz de los inmigrantes " lo dijo el diario, no el entrevistado. Al explicación sobre eso la tiene quedar el diario. Lo otro que pidió aclarar udesd el tema de inmigrantes durmiendo en la calle. En provincia tampoco ne he visto eso. Pero en Santiago si hay. Eso no es porque ellos quieren dormir en la calle. Hay casos muy ejemplares que conocemos en Santiago. Llega el inmigrantes que habla español, con el sueño de poder encontrar un trabajo y ayudar a su familia. Sube a un taxi y en cuestión de minutos le quitan todo el dinero,los documentos la maleta. Que cree que le va a pasar a este inmigrante? Termina sin poder retomar contacto con los suyos y termina durmiendo en un plaza pública. De este ejemplo hay muchos. Eso duele saberlo pero es cierto que hay muchos inmigrantes en Santiago de muchaa nacionalidades que no encuentran trabajo y no pueden pagar un arriendo. Otros arriendan y semanas después el arrendador les quita todo ylos echa a la calle. Santiago es otro mundo. Lo que vivimos en la provincia de San Antonio no es siempre lo que se vive en Santiago. Si tiene contacto en Santiago, pide que investiga y verá que allá pasan cosas atroces a los inmigrantes.
En la entrevista el señor no ha muestra señal de ser racista. Eso es una mala interpretación suya. El dio su interpretación de como las sociedades sudamericanas fueron víctimas de racismo históricamente. No se entiende su conclusión al respecto.
El señor es un ciudadano común que da su opinión sobre unos temas. Como es escritor su voz tiende a ser escuchado más rápidamente.
Un saludo fraterno.