Desde su ingreso al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) a comienzos de mes, el proyecto de expansión del puerto de San Antonio se ha convertido en el tema más relevante de la agenda provincial. Por la magnitud propia de un proyecto de esta envergadura, sus repercusiones alcanzan necesariamente distintos ámbitos del quehacer territorial: económico, político, social. Sin embargo, el punto más sensible de este proyecto específico es el que tiene que ver con sus implicancias medioambientales. Desde el minuto uno, el criterio de expansión elegido para San Antonio nunca escondió su intención, por ejemplo, de convertir toda el área de las lagunas de Llo-Lleo en superficie encementada para el depósito de containers y estacionamiento de camiones. De esta manera, como movimiento previo para allanar el terreno, se logró en 2014, con la aprobación del concejo municipal, introducir una modificación esencial en el ordenamiento urbano, eliminando toda protección normativa con la que hasta ese año las lagunas contaban.
Las lagunas de Llo-Lleo, hoy bajo amenaza de muerte, forman parte un complejo ecosistémico, el de la desembocadura del río Maipo, el que además integra el humedal de la ribera sur de este río. En su conjunto, se trata este del punto de mayor importancia en términos ambientales de toda la provincia, hábitat de una rica, variada y única biodiversidad. Por fortuna, del lado sur, la situación varía positivamente. La Fundación Cosmos, junto al municipio de Santo Domingo, gestionaron la postulación de más 60 hectáreas de área ribereña como Santuario de la Naturaleza. En noviembre del año pasado, el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad acogió favorablemente esta iniciativa.
Como actor relevante en la gestión ambiental local y, especialmente, en este punto álgido de la provincia, quisimos conocer el parecer de Fundación Cosmos respecto a este controvertido primer paso administrativo que da el proyecto de expansión del puerto de San Antonio. Conversamos con Diego Urrejola, su director ejecutivo.
-Como director ejecutivo de la
Fundación, ¿cuál es tu opinión respecto a que el estudio de impacto ambiental del
proyecto de expansión del puerto de San Antonio no reconozca como área
protegida las 60 hectáreas ya aprobadas para convertirse en Santuario de la Naturaleza?
Efectivamente,
el expediente del proyecto no reconoce al Santuario Humedal Río Maipo
como un área protegida porque, según explica, no ha aparecido el decreto
presidencial que lo legaliza. No obstante, y para ser justos con el
titular, en la sección de impactos previstos, sí mencionan la aprobación
de la solicitud, realizada por nosotros y el municipio, por parte del
Consejo de Ministros de noviembre del 2019. Sin
embargo, esperábamos que el santuario apareciera incluido como parte de
la gestión futura del área de influencia, ya que el decreto es un acto
administrativo que tarde o temprano será realidad. De hecho, la
ministra de Medio Ambiente ha declarado públicamente esta semana que el
decreto se encuentra en su último trámite de toma de razón por parte de Contraloría.
Diego Urrejola, director ejecutivo Fundación Cosmos
-¿De qué
manera un molo de más de un kilómetro de largo emplazado justo en la
ribera norte de la desembocadura del Maipo (como lo considera el proyecto presentado) incidirá en la orgánica de
todo este ecosistema?
Este es un
punto clave en la relación del proyecto con el humedal estuarial. El
proyecto ha presentado una modelación que muestra cómo se comportaría el
flujo de sedimentos marinos (corriente sur/norte), acumulándose en el
sector del molo rompeolas, en conjunto con el efecto de las mareas y del
río. En este modelo, el estuario no sería impactado por el efecto del
molo sobre las corrientes y la acumulación sedimentaria. No obstante,
nuestra labor es analizar el modelo presentado, ver si están todas las
variables consideradas y opinar sobre ese análisis. En este contexto,
estamos revisando si los efectos previstos (en modelos realizados por
prestigiosas universidades) del cambio climático están siendo
internalizados en el análisis del proyecto. Para ello, nos estamos
coordinado con equipos multidisciplinarios de especialistas. Es nuestro
objetivo ser responsables en el análisis antes de dar opiniones
concluyentes.
¿Puede
expandirse el puerto de San Antonio a la escala como hoy se está
apostando sin necesariamente generar un trastorno de proporciones en el
rico ecosistema de la desembocadura del río Maipo?
Bueno,
esa es una pregunta muy profunda que requiere no solo ser contestada
desde el análisis del EIA, sino que también desde la perspectiva
socioterritorial, es decir, desde el territorio que queremos. ¿Qué
aspectos y características queremos potenciar? ¿Qué industrias son
compatibles con este territorio? ¿Qué es lo que más valora la sociedad
de la provincia de San Antonio? Desde
la Fundación estamos comprometido con la conservación del Humedal,
porque estamos convencidos de que es un elemento distintivo del
territorio que tienen funciones esenciales que prestan una cantidad
importante de servicios ambientales a la comunidades. En este sentido,
trabajaremos para que cualquier proyecto que quiera ser parte de este
lugar sea un aporte a la sostenibilidad socio territorial y sea
compatible con la conservación de este Santuario de la Naturaleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario