miércoles, 9 de septiembre de 2015

Tomas de Punta de Tralca: La dura realidad de las familias que luchan por una solución habitacional [Video]

Por Pablo Salinas

El 26 de mayo pasado los vecinos de todo el litoral nos despertamos desconcertados con la noticia: maquinaria pesada municipal, resguardada por un importante contingente de Carabineros, irrumpía en el centro cultural "La Ranita" de Punta de Tralca para hacer efectiva una orden de demolición firmada por la autoridad máxima de la comuna, la alcaldesa DC Natalia Carrasco.

La Carrasco, que cuando llegó en 2008 por primera vez al poder despertaba naturales inquietudes por su juventud, cuatro años después fue reelecta para seguir dirigiendo los destinos de la comuna quisqueña. No lo habrá hecho tan mal esa primera vez como para volver a recibir el respaldo mayoritario de la ciudadanía, es lo que cualquiera tiende a pensar ante un caso así. Pero en nuestras tierras por desgracia opera una lógica bien particular y la reelección de un alcalde no tiene que ver necesariamente con una labor administrativa municipal sobresaliente o, ni siquiera, con una figura pública de especial carisma. Esta ahora ya no tan joven alcaldesa ha ido dando últimamente señales claras de que los vicios de su padre -el también decé y también reelecto en su entonces, José Miguel, por el que hoy la justicia pide 12 años de cárcel por fraude al fisco- no ha sido una herencia muy fácil de esquivar. Como vecino de Algarrobo, lo que más directamente me había tocado vivir había sido la más que evidente animadversión dirigida hacia determinadas personas que son vistas como rivales, ya sea por motivos políticos o meramente personales, por parte de la cúpula comunal. Ese "te voy a poner las cosas cuesta arriba simplemente por ser quien eres", tan propio del caudillismo más maloliente, había empezado a salir a flote con preocupante frecuencia. En febrero pasado, cuando un encumbrado funcionario, tras dilatar más de la cuenta la autorización por parte de "la jefa" para el Festival de Blues de El Totoral, propone un acuerdo de "palabra" para, a pocas horas de iniciado el evento, dejar caer 3 (!!) patrullas de Carabineros y una camioneta de Inspección Municipal para requisar víveres y cursar una multa de más de 120 mil pesos por la realización de una actividad "sin permisos municipales", la reacción nuestra, de la comunidad vulnerada, debió haber sido enérgica, contundente. Pero no lo fue: más allá de los alegatos en el momento mismo del incidente, los multados -la temeraria ex-concejala Rosa María Leal que había tenido la osadía de firmar una denuncia contra Carrasco Papá, y su pareja- pagaron finalmente la abultada multa.



Así fue como en mayo último, Carrasco Hija y su séquito, envalentonados por una comunidad que no parecía reaccionar con demasiado énfasis a la hora de defender sus derechos, ordenaron la demolición del centro cultural que desde la primavera pasada había empezado a operar en las proximidades de un pequeño humedal, "La Ranita". La medida, brutal y fuera de toda proporción, tampoco reportó el fin de los dolores de cabeza para Carrasco y su banda: la iniciativa puesta en práctica por el grupo de jóvenes vecinos había servido de ejemplo para que numerosas familias llegaran a instalarse en los terrenos aledaños, en busca de una solución definitiva a su necesidad habitacional. Así nacieron las tomas propiamente tal, conocidas como La Ranita II y III, sobre las cuales la amenaza de la demolición se ha mantenido en pie todos estos meses.

Hoy, Italo Ravera, miembro de La Ranita, nos hace llegar un video donde da a conocer la dura situación por la que pasan las familias de estas tomas. Algarrobo Al Día habló con él:

Italo, a ya casi cuatro meses de la brutal demolición de "La Ranita", ¿cuál es la realidad que viven hoy las familias que ocupan los terrenos aledaños a dicho centro cultural? 

La actual situación por parte de los pobladores es precaria y la propia que se vive en toda toma de terreno en que hombres, mujeres y niños anhelan un espacio en el cual vivir,  tal como lo narra la pobladora María en el video. No poseen agua ni electricidad: por decisión tomada desde el Municipio de El Quisco, en la Sesión Ordinaria, Acta N° 07 del 04 Marzo 2015, se resolvió no entregar uno de los suministros vitales, como el agua, a quienes se tomen terrenos de la comuna, como medida de presión para que los pobladores se vean obligados al desalojo de los predios. A esto se debe sumar el acoso mediático a través de distintos medios, con la finalidad de criminalizar a quienes ocupan estos terrenos. Un hecho no menor fue ocupar la revista municipal de El Quisco para tratar a los pobladores de las tomas II y III de delincuentes y vendedores de droga. Llama la atención la editorial de dicho pasquín con el siguiente encabezado: “Vecinos se organizan contra las tomas de terreno”. Por último es importante manifestar el constante acoso por parte de policías y personeros municipales con la finalidad de alterar psicológicamente la vida de estos pobladores manifestándoles que pronto serán desalojados, “que ya se licitó para la demolición de sus viviendas”.

Con la excepción del concejal Mario Pérez, ¿ha existido algún tipo de acercamiento en todo este tiempo por parte de la alcaldesa y el resto de las autoridades municipales o la postura hostil se mantiene?

La postura por parte de las autoridades ha sido siempre la que poseen todas las autoridades del Estado: velar por los intereses de unos pocos en función de perpetuar esta injusta sociedad. Aquí lo que importa es que unos pocos vecinos veraneen cómodamente, sin tener que despertarse viendo la pobreza frente a sus casas. No importan las necesidades de las personas que nada tienen o que éstas deban pagar arriendos exorbitantes por una casa o que la Iglesia Católica, como otras instituciones tanto públicas como privadas, especulen con terrenos que por décadas han estado tirados como verdaderos vertederos.

Nadie ha visitado a estos pobladores, ni se han acercado los dueños de estos terrenos, mucho menos el municipio. Quienes sí se han acercado al municipio y con inmediata recepción, son los representantes de la Conferencia Episcopal, quienes a través de Sergio Bascuñán Martínez, solicitaron el desalojo dela toma II, tal como consta en la Comisión Territorial Municipal del día jueves 5 marzo 2015.

A fin de mes se hará una actividad abierta a la comunidad. Cuéntanos, ¿quién la organiza? ¿En qué consiste? ¿Cuáles son sus objetivos?

El sábado 26 de septiembre se realizará una actividad en el centro cultural “La Ranita” que se ha denominado “En septiembre no celebramos, nos organizamos”. La idea es conversar con todas aquellas organizaciones, colectivos e individualidades conscientes del territorio (Litoral Central) sobre la situación actual. Los objetivos apuntan a resolver inquietudes de índole legal a las y los pobladores de manera gratuita, y a la vez entregar herramientas básicas de salud comunitaria en el contexto de la misma ocupación de terrenos carentes de servicios básicos vitales como el agua, por ejemplo. Para tales efectos se contará con la presencia de dos abogadas y un médico. Además, de forma paralela se realizarán actividades infantiles, para que las y los asistentes puedan acudir como familias sin tener que dejar a sus hijas e hijos en otros espacios.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Perdón por mi ignorancia, soy un pobre habitante de la comuna, el cual ha trabajado toda su vida y ha adquirido lo suyo a costa de esfuerzo, privaciones y sacrificio como según recuerdo, cambien lo hizo mi padre en su debido momento, La cabaña en la que habito la adquirí atreves de una cooperativa pagando cuotas y la construcción se ha realizado a lo largo de casi 15 años. Porque a algunas personas que cada día son mas hay que regalarle terrenos, bonos, casas, donde queda el esfuerzo personal. Culpar a una persona porque no se hace parte de este robo a la propiedad privada o fiscal, no conozco los dueños del terreno. No entiendo este mundo.